La psicología identifica este patrón como “Love Bombing”, una estrategia emocional que, lejos de ser amor genuino, puede esconder manipulación y abuso.
Jazmín Segovia, licenciada en Psicología, explica que el Love Bombing —traducido como “bombardeo amoroso”— no es un fenómeno nuevo. “Ya se daba en los años 70 y se usaba incluso en sectas como técnica de captación. Es una estrategia de dar mucho afecto de forma intensa y rápida para seducir, generar dependencia emocional y manipular a la otra persona”, advierte.
Lo que muchas veces se interpreta como “amor a primera vista” o una conexión inmediata, puede en realidad ser el primer paso hacia una relación tóxica. “La gente tiende a confundir que cuando una persona te bombardea de afecto es porque ‘me ama demasiado’, pero en realidad son conductas que se hacen con la intención de manipular o controlar. A veces lo hacen de forma inconsciente, pero muchas veces hay una intención clara de dominar emocionalmente al otro”, enfatiza la profesional.
Un fenómeno que crece con la era digital
Las redes sociales, las aplicaciones de citas y la cultura de la inmediatez emocional lograron potenciar este tipo de conductas. “Hoy, con un par de mensajes, una persona ya puede sentir que está en pareja, que encontró al amor de su vida. La presión del entorno para ‘tener a alguien’ o ‘sentar cabeza’ también juega un rol importante. Todo eso alimenta la fantasía de que las relaciones deben ser instantáneas y avasallantes”, señala Segovia.
El Love Bombing suele seguir un patrón, al inicio, la persona es extremadamente atenta, afectuosa y halagadora. Habla de amor eterno, hace promesas irreales, busca pasar todo el tiempo posible con su nueva pareja y se muestra aparentemente devota. Sin embargo, cuando la otra persona ya está emocionalmente comprometida, empieza el cambio, allí el interés disminuye, aparecen los silencios, los rechazos y hasta el abandono sin explicaciones. Esta montaña rusa emocional puede dejar heridas profundas, sobre todo si la víctima tenía una autoestima frágil.
Señales de alerta y raíces en la infancia
Según la psicóloga, hay un elemento clave para detectar si una relación está basada en amor genuino o en manipulación. “Cuando alguien quiere construir algo serio, habla de un proceso. Usa un lenguaje que remite a la paciencia, al tiempo, al conocerse. En cambio, el que hace love bombing se apresura, declara amor en cuestión de días, habla de casarse o tener hijos de inmediato. Eso debe prender una alarma”, explica.
Además, este tipo de conductas muchas veces tienen raíces más profundas. “Hay patrones adquiridos en la infancia, necesidades no resueltas, traumas afectivos que influyen. Muchas personas no aprendieron a amar con límites ni a recibir afecto de forma sana, y reproducen en sus relaciones lo que vivieron en su entorno familiar”, sostiene.
La importancia de la prevención emocional
Detectar el love bombing a tiempo puede evitar relaciones dañinas. Para ello, es fundamental fortalecer la autoestima, establecer límites emocionales claros y no apresurarse en la entrega afectiva.
“Una relación sana se construye con tiempo, diálogo, reciprocidad y respeto. Si alguien te dice que te ama sin conocerte, que quiere vivir contigo en la primera semana o que sos su alma gemela al segundo día, no es amor: es manipulación disfrazada”
En tiempos donde el amor parece tener prisa, tal vez lo más revolucionario sea ir despacio. Conocerse, escuchar al otro y, sobre todo, escucharse a uno mismo. Porque el verdadero amor no presiona, no confunde, y sobre todo, no duele, concluyó.