Colombia vive una nueva jornada de terror. En la mañana del martes 10 de junio de 2025, una serie de ataques coordinados sacudieron el suroccidente del país. Según informes oficiales, fueron al menos 24 acciones terroristas simultáneas ejecutadas en departamentos como Valle del Cauca y Cauca, dejando hasta el momento más de siete muertos y al menos 28 personas heridas, entre ellas dos menores de edad.
Los hechos se produjeron tras un atentado contra el precandidato presidencial Miguel Uribe, lo que desató una ola de violencia que impactó particularmente a Cali, Popayán y otras zonas del suroccidente. Las autoridades señalan como responsables a las disidencias de las FARC, específicamente al Estado Mayor Central (EMC), grupo comandado por Iván Mordisco, uno de los guerrilleros más buscados del país.
Explosiones, tiroteos y caos
De acuerdo con el Ejército Nacional y medios como CNN, los ataques incluyeron detonaciones de artefactos explosivos, tiroteos y hasta carros bomba. En Cali, la tercera ciudad más importante del país, el alcalde Alejandro Eder confirmó la explosión de tres dispositivos explosivos en puntos estratégicos, lo que aumentó el pánico entre la ciudadanía.
Las víctimas fatales incluyen tanto a civiles como a miembros de la Policía Nacional y del Ejército, confirmó Felipe García, periodista de BluRadio – Colombia. El número de heridos podría aumentar en las próximas horas debido a la magnitud de los ataques.
Reacciones del Gobierno
La gobernadora del Valle del Cauca, Dilian Francisca Toro, solicitó al presidente Gustavo Petro la convocatoria urgente del Consejo de Seguridad Nacional, calificando la situación como una “escalada terrorista”. Por su parte, la vicepresidenta Francia Márquez condenó los atentados a través de redes sociales, calificándolos de “inaceptables” y aseguró que el gobierno “reforzará las medidas de seguridad para proteger a la población”.
¿Qué buscan los grupos armados?
Para analistas como Sergio Guzmán, los atentados tienen un objetivo político: presionar al Gobierno Nacional para obtener concesiones en el marco de los diálogos de paz con distintos grupos armados ilegales.
Por su parte, Elizabeth Dickinson, del International Crisis Group, advirtió que estas organizaciones ya no se limitan a operar en zonas rurales, sino que buscan desestabilizar grandes ciudades como Cali, que es un centro económico y turístico clave para el país.
Iván Mordisco: el rostro del terror
El Estado Mayor Central (EMC), liderado por Iván Mordisco —nombre de guerra de Néstor Gregorio Vera—, ha sido vinculado directamente con esta nueva ola de violencia. Mordisco, exguerrillero del Frente 39 de las FARC, se convirtió en figura clave de los grupos disidentes tras el proceso de paz de 2016. Pese a que en múltiples ocasiones se ha informado sobre su muerte, el líder insurgente continúa operando y es considerado el cerebro detrás del ataque contra Miguel Uribe y otros atentados recientes.
El gobierno colombiano ha ofrecido una recompensa de más de un millón de dólares por información que permita su captura, al considerarlo responsable de terrorismo, homicidios, reclutamiento forzado y narcotráfico.
¿Qué sigue para Colombia?
La serie de ataques revive los temores de una nueva etapa de violencia generalizada en Colombia, justo cuando el gobierno de Petro intenta mantener abiertos los canales de diálogo con grupos armados. Sin embargo, la escalada de atentados pone en duda la viabilidad de estas negociaciones, mientras la población civil vuelve a quedar en el medio del conflicto.
En las próximas horas se espera una reunión del alto mando militar y de seguridad nacional, mientras las autoridades intentan retomar el control de los territorios golpeados y evitar nuevos ataques.
