Desde hace unas semanas, las plantas de tajy (Lapacho) vienen tiñendo de bellos colores, no solo la capital del país, sino todo el territorio con postales que incluso llaman la atención de propios extranjeros que a raíz de los Juegos Panamericanos Juniors que se realizan en Asunción, se encuentran en suelo guaraní.
Las vistas son como de pinturas hechas por el altísimo, siendo el color rosa el que mayor presencia marca en todas partes. Sin embargo, muchos quedan extrañados por la presentación de estas flores que, según nos enseñaron, deberían de florecer recién en Primavera y no en pleno invierno.
María Celeste Romero, paisajista y propietaria de un Jardín Vivero, explicó el fenómeno que tenemos el gusto de atestiguar.
“Los Tajy tienen un comportamiento fenológico muy interesante, y es que a muchos sorprende porque florecen justo en pleno invierno, cuando casi todo parece apagado. De hecho, nuestros abuelos nos decían que cuando florece el lapacho, es porque el invierno ya se va a acabar y ya no va a hacer más frío”, empezó diciendo.
Tamaños
En zonas urbanas, los lapachos alcanzan en promedio los 8 a 12 metros de altura, ideales para dar sombra. En los bosques, superan fácilmente los 15 a 20 metros de altura, mientras que el tronco puede medir 40 a 80 cm. en ejemplares maduros.
“Esto los convierte en árboles de gran porte, aunque en ciudad rara vez alcanzan esa magnitud porque se limitan por espacio, suelo compactado y las podas”, continuó.
“Es una estrategia adaptativa muy precisa. Podemos afirmar que están perfectamente sincronizados con la naturaleza, lo que pasa es que, su estrategia rompe con nuestras expectativas”
Adaptadas al suelo y al clima
Sin embargo, dicho fenómeno tiene una explicación botánica y ecológica. “Del Tajy podemos decir que es un árbol caducifolio, es decir, pierde sus hojas en invierno; esto lo hace para concentrarse en su floración y no haya competencia visual con sus hojas y atraigan a más polinizadores, ya que hay escases de recursos para ellos en esta época”.
En Paraguay, existen principalmente tres colores de lapachos: rosado, amarillo y blanco. A su vez, uno de los más difíciles de ver es el Tajy Hu (Lapacho Negro), que algunas fuentes mencionan su existencia, es un lapacho con flores de color morado.
“El 90% de los que vemos son rosados, debido a que es una variedad que se adapta mejor a diferentes tipos de suelos y climas, su capacidad de reproducción es más efectiva a las otras de su especie, su crecimiento es también más rápido. Es por este motivo, que hoy en día podemos encontrar al Lapacho Amarillo y Blanco de forma injertada por el rosado”, agregó.
Pero, cuando florece, un Tajy no solo pinta de colores nuestras calles. “El tajy limpia el aire, refresca la ciudad, da refugio a aves y alimento a abejas en los meses más difíciles. Además, sus raíces enriquecen la tierra y su sombra nos regala alivio”.
Plantas muy “inteligentes”
Con esto, la paisajista aclara que las plantas de Tajy no se adelantan en florecer, ni mucho menos se confunden de estación. “Es una estrategia adaptativa muy precisa. Podemos afirmar que están perfectamente sincronizados con la naturaleza, lo que pasa es que, su estrategia rompe con nuestras expectativas. Para mí los Lapachos son sumamente inteligentes y son verdaderas joyas de nuestro país”, finalizó.