Así lo afirma el neumólogo Dr. Luis Montaner, quien advierte que los casos de Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) y otras patologías respiratorias están aumentando a causa de la exposición prolongada al humo del cigarrillo, tanto de primera como de segunda mano.
Montaner señala que “el EPOC es una enfermedad progresiva, incapacitante y silenciosa que compromete la calidad de vida de millones de personas. La mayoría de los casos está directamente relacionada al consumo de tabaco, pero también hemos visto un incremento preocupante en personas que nunca fumaron pero han convivido durante años con fumadores”.
El impacto del tabaquismo en la salud: un daño profundo y acumulativo
El cigarrillo contiene más de 7.000 sustancias químicas, entre ellas nicotina, monóxido de carbono y alquitrán. Muchas son cancerígenas y producen una inflamación crónica en los pulmones.
El Dr. Montaner explica que:
• El tabaco deteriora las vías respiratorias, reduciendo la capacidad pulmonar.
• Provoca daño irreversible en los alvéolos, responsables del intercambio de oxígeno.
• Acelera procesos inflamatorios que favorecen bronquitis crónica y enfisema.
• Puede desencadenar crisis respiratorias severas, especialmente en personas con asma.
“Cada cigarrillo que se fuma deja una huella en los pulmones. No existe un consumo seguro; incluso niveles bajos son perjudiciales”, afirma el neumólogo.
Fumadores pasivos: el peligro silencioso para quienes no fuman
Uno de los puntos más subestimados es el impacto del humo ajeno. Las personas que no fuman pero respiran el humo de alguien cercano están expuestas a los mismos químicos tóxicos, y en algunos casos, a concentraciones más altas.
El Dr. Montaner detalla que el humo que sale de la punta del cigarrillo contiene toxinas más concentradas que el humo inhalado por el fumador. Esto significa que la persona que está al lado —hijos, pareja, compañeros de trabajo— puede absorber más sustancias nocivas sin haber fumado nunca.
Entre los efectos más relevantes en fumadores pasivos se encuentran:
En niños
• Mayor riesgo de bronquiolitis, neumonías y otitis.
• Desarrollo pulmonar incompleto.
• Crisis asmáticas frecuentes.
• Mayor probabilidad de convertirse en fumadores en la adolescencia.
En adultos
• Incremento del 20% al 30% en el riesgo de padecer EPOC.
• Riesgo elevado de enfermedades cardíacas.
• Aparición de tos crónica, ahogos y alergias respiratorias.
• Mayor probabilidad de cáncer de pulmón sin antecedentes familiares.
En embarazadas
• Aumento del riesgo de parto prematuro.
• Restricción del crecimiento fetal.
• Problemas respiratorios en el recién nacido.
El daño también llega a terceros: fumador pasivo y “fumador de tercera mano”
Montaner advierte que no solo el humo directo contamina. El humo de tercera mano, aquel que queda impregnado en ropa, muebles, cortinas y superficies, también libera toxinas peligrosas.
Un bebé que gatea en un ambiente donde se fuma puede inhalar y absorber compuestos tóxicos por la piel. “La nicotina se adhiere a todo, y aunque no se vea, sigue enfermando”, sostiene el especialista.
EPOC: la enfermedad respiratoria que está creciendo en silencio
La Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica es una de las patologías con mayor impacto en la salud mundial. Se caracteriza por la obstrucción progresiva del flujo de aire y daño permanente en los pulmones.
Los síntomas pueden confundirse con gripes recurrentes o cansancio cotidiano:
• Tos persistente con o sin flema
• Sensación de falta de aire
• Silbidos al respirar
• Cansancio incluso en tareas simples
• Opresión en el pecho
El Dr. Montaner alerta que muchas personas llegan a consulta cuando ya perdieron entre 30% y 50% de su capacidad pulmonar. “Cuando aparece la dificultad para subir escaleras o caminar rápido, el daño ya está avanzado”, indica.
La realidad en Paraguay: aumento de consultas respiratorias y nuevos hábitos de consumo
Aunque no existen registros nacionales exhaustivos sobre EPOC, los neumólogos del país coinciden en que las consultas por problemas respiratorios vinculados al tabaquismo han aumentado. El doctor Montaner menciona que los nuevos formatos de consumo —cigarrillos electrónicos, vapeadores y narguiles— también están generando daños.
“Los jóvenes creen que el vapeo es inofensivo. Sin embargo, estamos viendo pacientes de 18 o 20 años con signos de inflamación pulmonar avanzada”
Prevención, diagnóstico y políticas públicas urgentes
A pesar de la gravedad del problema, el EPOC puede prevenirse. Dejar de fumar es la medida más efectiva. Además, se recomienda:
• Realizar controles respiratorios periódicos.
• Evitar ambientes cerrados donde se fuma.
• Usar mascarillas o filtros en ambientes contaminados.
• Proteger especialmente a niños y adultos mayores.
Montaner resalta la importancia de fortalecer las campañas de prevención y controlar de manera más estricta los espacios libres de humo. “Los pulmones de los niños no tienen por qué pagar las decisiones de los adultos”, sentencia.
Un llamado a la conciencia: cada cigarrillo afecta a todos
“El tabaco no solo enferma a quien lo consume. En cada cigarrillo se perjudica a toda la familia, a los compañeros de trabajo y hasta a los niños que están cerca. Necesitamos entender que fumar es una decisión personal, pero sus consecuencias son colectivas”.
Con una tendencia creciente de afecciones respiratorias, los especialistas insisten en reforzar la educación, la prevención y la responsabilidad social para evitar que más personas sufran las consecuencias de esta epidemia silenciosa