En el ámbito de la psicología y la comunicación, existe algo muy poco utilizado en la actualidad, y es la escucha activa. No es solo una técnica, sino una habilidad fundamental que ha demostrado ser crucial para establecer y mantener relaciones interpersonales saludables, efectivas y enriquecedoras.
El concepto en sí del “escucha activa”, fue acuñado por el psicólogo estadounidense Carl Rogers, cuando describía el método que presentaba como el enfoque centrado en la persona, donde definía también a la empatía como necesidad imprescindible de la escucha activa.
En contacto con Ruth Fleitas, psicóloga clínica, la misma explicó que “la escucha activa es la práctica de escuchar para comprender lo que alguien está diciendo. Cuando practicas la escucha activa, te concentras exclusivamente en lo que dice la otra persona en lugar de planificar qué vas a responder, como lo harías durante un debate o una conversación”.
Además, agregó que “implica escuchar no solo con los oídos, sino, metafóricamente hablando, con el corazón y la mente. Es una habilidad que necesita ser desarrollada en estos tiempos de tanta impronta de la tecnología, poco tiempo y de la falta de capacidad de escucha real”.
La empatía, su condimento principal
La profesional, expresó además que la escucha activa se da a partir de un condimento principal, que es la empatía. “Es importante el tomar conciencia de hacer hoy en día una escucha activa, consciente, y ligada a un ingrediente principal que es la empatía, donde la comunicación termina siendo más significativa y las relaciones son más positivas y más gratificantes”.
Es importante recordar que una persona va aprendiendo a escuchar, y no precisamente por seguir unos pasos está escuchando activamente. Esta práctica requiere además una actitud, una predisposición desde la práctica y la modestia, aceptando también nuestras propias limitaciones y desarrollando así la comprensión hacia los demás. “Escuchar bien es escuchar con comprensión y con cuidado”.
Elementos que pueden favorecer o no la escucha activa
Entre los elementos que llevan a lograr una escucha activa, se puede mencionar algunas como, el hecho prepararse para escuchar, disponerse, tratar de comprender los sentimientos que nacen en el discurso, mostrar una postura atenta, contacto ocular, afirmaciones con la cabeza, inclinación del cuerpo y más.
“Es importante el tomar conciencia de hacer hoy en día una escucha activa, consciente, y ligada a un ingrediente principal que es la empatía”
A su vez, los factores o elementos que pueden llevar a que no se logre una escucha activa, se encuentran: distraerse, juzgar lo que nos están transmitiendo, interrumpir a la persona antes de que termine, rechazar ideas, minimizar cosas, etc.
Ventajas de la escucha activa
-Fortalecimiento de las relaciones
-Resolución de problemas
-Mejora el aprendizaje
-Mejora la toma de decisiones
-Se logra el crecimiento personal y profesional
-Mejora la comunicación
-Aumenta la empatía
-Reduce el estrés
-Fomenta la asertividad
 
    
     
    
     
