El Instituto Nacional de Estadística (INE) reveló datos clave sobre la composición de los hogares en Paraguay a partir del último Censo Nacional de Población y Viviendas 2022.
¿Qué significa ser jefa de hogar?
La jefatura de hogar, según el INE, hace referencia a la persona que contribuye de manera predominante al sostenimiento económico de la vivienda o que asume el liderazgo en la toma de decisiones. Tradicionalmente, esta responsabilidad recaía en mayor medida en los hombres. Sin embargo, los datos más recientes evidencian un cambio en las dinámicas familiares: el 41% de los hogares está dirigido por mujeres, lo que implica que más de 725.000 hogares paraguayos tienen a una mujer como la principal fuente de ingresos o figura de liderazgo.
Evolución de la jefatura femenina en Paraguay
El crecimiento en la proporción de mujeres jefas de hogar ha sido sostenido. Hace 20 años, solo una de cada cuatro viviendas tenía a una mujer al frente. Ahora, esa cifra aumentó significativamente, alcanzando al 41% de las viviendas. Esto no solo refleja el incremento de la participación femenina en el ámbito laboral, sino también un mayor nivel de autonomía y empoderamiento en los hogares paraguayos.
El censo del 2022 contabilizó un total de 1.770.885 viviendas en el país, de las cuales el 59% tiene a un hombre como jefe de hogar. Sin embargo, la tendencia hacia una mayor equidad de género en los roles de liderazgo familiar sigue en ascenso. Las razones detrás de este fenómeno incluyen, entre otros factores, la creciente independencia económica de las mujeres, el aumento de madres solteras que lideran sus hogares y un mayor acceso a la educación y al mercado laboral.
Cambios en la composición de los hogares paraguayos
Otro de los hallazgos importantes del censo es la disminución del número de personas que habitan en una misma vivienda. A pesar del incremento en la construcción de nuevas viviendas en los últimos años, el tamaño promedio de los hogares se redujo. Actualmente, la tendencia es de tres personas por hogar, en comparación con décadas anteriores, como en la década de 1950, cuando en promedio más de seis personas vivían bajo un mismo techo.
Este fenómeno refleja cambios sociales y económicos significativos, como la migración de personas hacia áreas urbanas en busca de mejores oportunidades laborales, el acceso a créditos para vivienda que permite a más familias acceder a sus propios hogares y un menor número de hijos por familia en comparación con generaciones anteriores.