Según una publicación del Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social, en el 2023 se registraron 630 casos de suicidios, mientras que, solo en el primer semestre de 2024 fueron 305. Estas cifras no tienen a disminuir en el 2025, por lo que, el suicidio para a ser un tema muy preocupante.
Hoy 10 de septiembre, se conmemora el Día Mundial de la Prevención del Suicidio, de manera a derribar barreras, como el estigma, crear conciencia y crear una cultura de comprensión y apoyo para prevenir casos.
La psicóloga Melissa Sánchez, en contacto con este medio se refirió precisamente, a cómo trabajar en la prevención, ya sea en casa, en los colegios y en la sociedad en general, asegurando que la prevención del suicidio comienza en lo cotidiano.
“Empieza por ejemplo en poder escuchar con atención, sin juzgar y mostrando cercanía con las personas. Detectar señales de alerta como cambios de ánimo, aislamiento, pérdida de interés o frases de desesperanza, puede marcar la diferencia”, empezó comentando.
A su vez, agregó que todos tenemos un rol importante en este trabajo de prevención. “Las familias, las escuelas y los profesionales, la comunidad, los medios de comunicación, podemos abrir espacios y hablar de salud mental, porque cuando alguien y se siente acompañado, validado, es más fácil que pida ayuda y encuentre alternativas”, explicó.
“Detectar señales de alerta como cambios de ánimo, aislamiento, pérdida de interés o frases de desesperanza, puede marcar la diferencia”
¿Qué sucede en la mente de una persona que piensa en cavar con su vida?
La profesional, describió además todo aquello que ocurre en la mente de alguien que piensa en poner fin a su vida. “Quien atraviesa pensamientos suicidas puede estar viviendo un dolor emocional, tan fuerte que nubla la capacidad de ver opciones. No se trata de querer morir, sino de querer dejar de sufrir”, recalcó.
Igualmente, dijo que en ese momento, estas personas se enfocan solo en el malestar y en la sensación de no encontrar salida. “Sin embargo, es importante recordar que esa visión está limitada por el dolor y que existen tratamientos, apoyos y recursos que permiten salir adelante”.
Finalmente, volvió a recordar que “escuchar a sin juzgar, validar emociones sin minimizar lo que sienten y estar atentos a cambios en la conducta, puede salvar vidas. Crear un espacio seguro donde puedan expresar lo que sienten es la mejor prevención”.