A partir del 2012, y con la idea de crear conciencia sobre una enfermedad que afecta los pulmones y el corazón, se celebra cada 5 de mayo el Día Mundial de la Hipertensión Pulmonar o HP. Es menciona como una patología progresiva e incurable, que afecta a más de 25 millones de personas en todo el mundo.
A nivel central, el Instituto de Previsión Social atiende a unos 50 pacientes al año, de los cuales, 37 se encuentran diagnosticados y en tratamiento. Mientras que, a nivel país, personas se encuentran con dicha patología.
“La hipertensión pulmonar es una enfermedad que se da por la elevación de la circulación menor del corazón, que son los vasos que van a los pulmones”, es lo que empieza explicando Carlos Morínigo, neumólogo clínico e Intervencionista.
En cuanto al diagnóstico, explicó que “se da de acuerdo a los síntomas que presenta el paciente. Se realizan análisis de rutina, hemograma, ecocardiografía, estudios imagenológicos, espirometría, entro otros, de manera a tratar de encontrar la causa que produce esa hipertensión pulmonar”.
Principales síntomas de la hipertensión pulmonar
-Dificultad para respirar: Este es el síntoma más común y puede empeorar con la actividad física.
-Dolor o presión en el pecho: Puede ser similar a la angina y puede ocurrir durante el esfuerzo o en fases avanzadas, incluso en reposo.
-Mareos o desmayos: Pueden ocurrir debido a la falta de oxígeno y la presión en el corazón.
-Fatiga: La hipertensión pulmonar puede causar cansancio extremo, incluso con actividades cotidianas.
-Hinchazón en las piernas y pies: Este puede ser un signo de insuficiencia cardíaca del lado derecho, que puede ocurrir debido a la presión arterial alta en los pulmones.
-Palpitaciones cardíacas: El corazón puede latir más rápido o más fuerte debido al esfuerzo adicional para bombear sangre a los pulmones.
Tipos de hipertensión pulmonar
Ya en contacto con Sergio Vergara, cardiólogo especialista en tratamiento integral cardiovascular, mencionó cada uno de los tipos de hipertensión pulmonar que se conocen.
-La Primaria o Tipo Uno: Incluye la HP idiopática (sin causa conocida), la hereditaria y la asociada a enfermedades como esclerodermia, VIH, enfermedad hepática, cardiopatías congénitas, o el uso de ciertos fármacos o drogas.
-La Segunda o Tipo Dos: Es consecuencia de un aumento en la presión sanguínea del corazón.
-La Tipo Tres: tiene más que ver con la hipoxia, que tiene a su vez que ver con la apnea de sueño, con las alteraciones metabólicas, la obesidad, y es muy importante preparar.
-La tipo Cuatro: Ya es dependiente de enfermedades pulmonares estructurales.
-La tipo Cinco: ya es más de tipo idiopático, a partir de enfermedades raras.
“Cuando esta enfermedad va progresando y no se trata, puede afectar al lado derecho del corazón”, añadió Vergara.
¿Se puede prevenir?
El doctor Morínigo también habló también sobre las formas de prevención de la hipertensión pulmonar. “Es condición se da tanto en adultos como en niños. En niños se da especialmente cuando hay prematurez o una cardiopatía congénita. Y en los adultos ya se da por una enfermedad adquirida”.
“La mejor medida de prevención es controlar y acudir a la consulta médica para realizar todos los estudios correspondientes, de manera a identificar qué producen los síntomas. Dependiendo de la causa y la gravedad de lo que produjo la hipertensión pulmonar, la persona que sufre la enfermedad tiene un pronóstico de vida muy relativo”, finalizó.