“El dolor de cabeza puede tener muchas causas, pero la más frecuente que vemos en la consulta es la migraña. Este tipo de cefalea suele presentarse con un dolor pulsátil o punzante, generalmente en un lado de la cabeza. Además, puede venir acompañado de sensibilidad a la luz (fotofobia), al sonido (fonofobia), náuseas, vómitos y, en algunos casos, alteraciones visuales conocidas como ‘aura’”, explica el Dr. Martín Domínguez, médico neurólogo.
Aunque para muchos la migraña sigue siendo confundida con un dolor de cabeza común, se trata en realidad de una enfermedad neurológica crónica que puede afectar seriamente la calidad de vida. De acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), es la segunda causa de discapacidad en el mundo entre las personas menores de 50 años.
“Una crisis de migraña puede durar desde unas pocas horas hasta incluso dos o tres días, y algunas personas llegan a experimentar episodios varias veces a la semana. Durante ese tiempo, el dolor puede ser tan intenso que impide trabajar, estudiar, atender responsabilidades familiares o simplemente salir de la cama”, sostiene Domínguez.
Más frecuente en mujeres
Las causas de la migraña son multifactoriales. Existen componentes genéticos —es decir, una persona puede heredar la predisposición—, pero también influyen de forma importante el estilo de vida, el entorno y los factores hormonales.
“Vemos una mayor prevalencia en mujeres, especialmente en edad fértil, debido a los cambios hormonales que ocurren durante el ciclo menstrual, el embarazo o la menopausia”, detalla el especialista. Los picos de estrógeno y progesterona pueden actuar como desencadenantes de las crisis en muchas pacientes.
Otros factores que pueden provocar una crisis son el estrés, la falta o exceso de sueño, los ayunos prolongados, el consumo de ciertos alimentos como quesos curados, embutidos, chocolate o vino tinto, la exposición a luces brillantes o ruidos fuertes, y hasta los cambios de clima.
Impacto invisible
A pesar de que la migraña no deja secuelas visibles, su impacto puede ser devastador. “Muchas personas conviven con este dolor sin comprender realmente lo que les sucede. En muchos casos, ni siquiera consultan con un médico, lo que retrasa el diagnóstico y agrava el sufrimiento”, lamenta Domínguez.
El entorno tampoco siempre comprende la magnitud del problema. Se suele subestimar el dolor, considerándolo una exageración o una excusa. Sin embargo, quienes padecen migraña suelen experimentar deterioro en su vida social, profesional y emocional.
De hecho, la migraña está asociada a un mayor riesgo de trastornos del estado de ánimo, como la ansiedad y la depresión. “El dolor constante, la imprevisibilidad de los ataques y la sensación de no tener control sobre el cuerpo pueden generar frustración y aislamiento”, indica el neurólogo.
Prevención y tratamiento
A pesar de lo complejo de esta enfermedad, existen formas de prevenirla y manejarla. El primer paso es recibir un diagnóstico correcto, que permita identificar el tipo de migraña (con o sin aura, episódica o crónica) y establecer un plan de tratamiento adecuado.
“Contamos con medicación específica para controlar los episodios agudos, pero también hay tratamientos preventivos que ayudan a reducir la frecuencia e intensidad de las crisis. Además, en los últimos años han aparecido terapias innovadoras, como los anticuerpos monoclonales dirigidos contra el péptido relacionado con el gen de la calcitonina (CGRP), que ya están aprobados en varios países”, menciona Domínguez.
Sin embargo, más allá del tratamiento farmacológico, los cambios en el estilo de vida son fundamentales para prevenir la migraña. Dormir bien, tener una rutina ordenada, reducir el estrés, alimentarse saludablemente, hidratarse correctamente y hacer ejercicio moderado pueden disminuir significativamente las crisis.
También se recomienda llevar un “diario del dolor”, donde el paciente anote la frecuencia, duración, intensidad del dolor y posibles desencadenantes. Esto ayuda a identificar patrones y ajustar mejor el tratamiento.
En Paraguay, aún con poca visibilidad
En nuestro país, aunque no existen estadísticas oficiales actualizadas sobre la prevalencia de migraña, los especialistas aseguran que se trata de una de las principales causas de consulta neurológica, especialmente entre mujeres jóvenes.
Sin embargo, no siempre se llega a un diagnóstico oportuno. “Falta mayor conciencia sobre esta condición, tanto en la población general como en algunos sectores del sistema de salud. Es común que se trate con analgésicos generales, sin una evaluación neurológica de fondo”, señala el doctor Domínguez.
En ese sentido, fechas como el Día Mundial del Cerebro son una buena oportunidad para hablar de la salud cerebral en toda su dimensión.
“El cerebro es el órgano que rige todas nuestras funciones: emocionales, físicas, cognitivas. Cuidarlo debe ser una prioridad en todas las etapas de la vida”