La forma de tener los resultados más reales es el siguiente, según coinciden varios ingenieros de la región.
1. El primer paso es quizás el más difícil, llenar el tanque de combustible. Pero será en una sola ocasión. En ese momento debes reiniciar la opción de cuenta kilómetros “TRIP”, con el que cuentan prácticamente todos los vehículos de los últimos años.
2. Utilizá tu vehículo por al menos 200 kilómetros y volvé a llenar el tanque, con combustible del mismo octanaje. Pero esta vez tenés que registrar la cantidad de litros de combustible cargados (ese dato lo proporciona la máquina dispensadora de combustible, junto al monto de la carga). Registrá también en ese momento la lectura del contador de kilómetros “TRIP”, según corresponda.
Por ejemplo, 20 litros cargados y 215 kilómetros recorridos.
3. Ahora solo resta dividir la cantidad de kilómetros recorridos entre ambas cargas, por la cantidad de litros cargados en la segunda oportunidad.
Por ejemplo, 215 [km] /20 [l] = 10,75 [km/l]
Así, el rendimiento de tu vehículo en este período de tiempo y recorrido fue de 10,75 Km/l.
Lo ideal es realizar esta prueba sin variar mucho los trayectos, ya que factores externos como la calidad del camino y el tráfico, también influyen bastante.
Si realizamos este tipo de control de forma constante, podemos llevar en cuenta un historial de consumo de nuestro vehículo y obervar si existe alguna irregularidad.
Por ejemplo, si vemos un aumento con el correr del tiempo, puede indicar que es momento de realizar un servicio de mantenimiento. Si vemos un aumento puntual, entre algunas de nuestras cargas, puede significar que el lugar en donde se realizó esa recarga no despachó la cantidad indicada o su combustible no es de buena calidad.
Debe saber que para realizar la prueba hay que mantener las mismas condiciones del vehículo. Por ejemplo, si utilizamos el aire acondicionado el consumo sufrirá un considerable aumento.
Algunos detalles que puede afectar el consumo del vehículo es la correcta calibración de los neumáticos, la alineación de las ruedas al menos cada 10.000 kilómetros y por supuesto la conducción agresiva.