Un nuevo caso de maltrato animal registrado recientemente en Coronel Oviedo, durante el bautismo de los nuevos ingresados a la carrera de Veterinaria de la Universidad Católica de Asunción (UCA), está causando indignación en la sociedad.
En videos difundidos a través de las redes sociales, se puede ver escalofriantes imágenes de un perro muerto, o al menos en estado agonizante, sobre los hombres de un estudiante como parte de un ritual de iniciación. Según se supo, el animal era hembra y se podía divisar un incluso en el mismo, alguna heridas sangrantes.
Este hecho, generó sorpresa y pudor incluso en propios profesionales de veterinaria, como la doctora Zaira Colmán, veterinaria especialista en felinos, quien refirió directamente que se trata de un caso muy penoso, en el que se normaliza el maltrato animal.
“Esto duele profundamente. Lo más preocupante es cómo se está normalizando el maltrato animal como forma de diversión”, empezó diciendo. También, lamentó que ello haya sido realizado por futuros veterinarios: “Ver que un acto así que involucra a personas que están formándose para proteger a los animales, no solo me sorprende, me indigna.”
“Es violencia y debe ser reconocida como tal”
La profesional, agregó además que “la empatía y el respeto por la vida son valores fundamentales que deberían enseñarse desde el primer día de clases, no solo en teoría, sino también en la práctica y en la cultura institucional. Esto no es una ‘tradición inocente’: es violencia, y debe ser reconocida como tal.”
“Esto no es una ‘tradición inocente’: es violencia, y debe ser reconocida como tal”
Según la entrevistada, la medicina veterinaria existe para proteger, preservar y mejorar la vida de los animales. Por ello, asegura que es una contradicción total que quienes se están formando para esta profesión, participen o avalen actos que implican sufrimiento animal.
“Desde el momento en que decidimos ser veterinarios, asumimos un compromiso ético con los seres que no tienen voz”, explicó la doctora, atendiendo a que no se puede construir una vocación basada en la violencia, en la burla o en el maltrato.
“Este tipo de acciones no son una broma ni una tradición: son una falta grave de humanidad y de comprensión de lo que realmente significa nuestra profesión”, prosiguió.
Salvar la vida de un animal “es un acto de amor”
Finalmente, la veterinaria mencionó lo que para ella significa su profesión. “Particularmente para mí significa conectarse con lo más genuino de nuestra humanidad: la empatía, la compasión, el respeto por la vida. Salvar la vida de un animal no es solo un acto médico, es un acto de amor”, cerró.