09 may. 2025

Cámaras, wifi y contraseñas débiles: los riesgos que corremos en casa sin darnos cuenta

La reciente viralización de un video íntimo del senador Hernán Rivas, extraído del sistema de cámaras de seguridad de su vivienda anterior, volvió a poner en debate los peligros a los que cualquiera puede estar expuesto en la era digital.

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Aunque se trate de un político de alto perfil, los riesgos son los mismos para cualquier ciudadano que instale dispositivos conectados a internet sin tomar las debidas precauciones.

El legislador confirmó que la grabación fue sustraída de su propio circuito cerrado y señaló que el acceso podría haberse dado por fallas de seguridad:

“Pudo haber sido el disco duro, la persona que me instaló [las cámaras], personas que trabajan en la empresa. Es un video antiguo, de nuestra habitación, de la vivienda donde vivíamos antes. Lastimosamente, está siendo utilizado por personas inescrupulosas”, lamentó.

Contraseñas predeterminadas: la puerta abierta al cibercrimen

La fiscala Ruth Benítez, de la Unidad de Lucha contra los Delitos Informáticos del Ministerio Público, explicó que uno de los errores más comunes es no cambiar la contraseña original de las cuentas o dispositivos instalados. Esto deja abierta la posibilidad de que cualquier persona —incluso alguien ajeno al hogar— pueda acceder a imágenes, videos o información privada.

“Cambiar la contraseña de una cuenta instalada es crucial. Una clave débil o comprometida facilita el acceso no autorizado, lo que puede derivar en robo de datos, suplantación de identidad o filtración de material íntimo”, señaló la fiscal.

Razones clave para cambiar la contraseña:

• Protección de la información personal y familiar.

• Evitar accesos no autorizados o espionaje digital.

• Impedir la instalación de programas maliciosos o espionaje remoto.

• Reducir riesgos de filtraciones o chantajes.

• Fortalecer la seguridad general del hogar digital.

También recomendó usar contraseñas fuertes, activar la verificación en dos pasos y actualizar periódicamente los accesos de cámaras, correos, routers y otros dispositivos.

¿Y si compartís tu wifi? También hay riesgos legales

Otro punto sensible es la conexión wifi del hogar. Aunque suele compartirse sin mayor preocupación, hacerlo con personas externas puede implicar consecuencias legales, advirtió la fiscal Benítez. Si un tercero comete un delito informático —como descargar o distribuir pornografía infantil— utilizando tu red, el responsable podría ser el titular del servicio.

“Es importante que el propietario de una casa sea muy celoso del código del wifi. Aunque el delito lo cometa otra persona, si se hizo desde tu red, podrías ser vinculado en la investigación”, explicó.

La seguridad digital empieza en casa

El crecimiento de dispositivos conectados —cámaras, smart TV, routers, asistentes de voz, etc.— ha hecho que el hogar se convierta en un blanco potencial para delitos informáticos. Cada acceso no protegido puede ser una vía de ingreso para hackers.

Consejos básicos de la Fiscalía:

• Cambiar todas las contraseñas predeterminadas al instalar un dispositivo.

• No usar la misma clave en varias cuentas.

• Evitar compartir el wifi con personas desconocidas.

• Revisar periódicamente los accesos y conexiones del sistema de vigilancia.

• Usar software de seguridad actualizado y conexiones cifradas.

El caso del senador sirve como ejemplo de lo que puede ocurrir cuando se subestiman estos riesgos. En un contexto donde la vida privada está cada vez más expuesta a través de la tecnología, la protección digital debe convertirse en una prioridad cotidiana.