En 2016, en el aeropuerto Silvio Pettirossi se procedió a la incautación de unos 500 kilos de lingotes de oro que iban a ser enviados a Hong Kong. Tras las pruebas de pureza ordenadas por la nueva fiscal de la causa, la principal sospecha es que los mismos, que fueron enviados para resguardo en el Banco Central del Paraguay (BCP), fueron cambiados por otros de mucho menor valor.
De acuerdo al propietario de la carga, Audelio Toledo, se trata de oro que fue producto de una búsqueda en Paso Yobái, es decir ‘plata yvyguy’, parte de tesoros escondidos durante la guerra de la Triple Alianza.
La representante del Ministerio Público se constituyó en la zona y los pobladores le mostraron de dónde fue extraído el oro. Allí tuvo conocimiento de la denuncia de la madre de Toledo, doña Juana, quien acusó al exfiscal de la causa, Aldo Cantero, de amenazarla si no entrega más oro, supuestamente en un allanamiento del que participó también el ahora fiscal general del Estado, hoy con permiso, Francisco Javier Díaz Verón.
Ahora la pregunta que todos se hacen es ¿dónde fue a parar tanto oro? El dueño de la carga, al observar los lingotes que se encuentran en el banco durante su audiencia con la fiscal, aseguró que no son los que componían la carga.
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