En los últimos días un nuevo hecho de violencia contra la mujer provocó indignación en la sociedad, principalmente a partir de imágenes muy fuertes que se viralizaron en redes sociales y en las que se puede ver a la misma recibiendo empujones, golpes de puño y hasta patadas.
Osvaldo González, conocido psicólogo con más de 36.000 seguidores en sus redes, se refirió a dicha situación vivida por Lorena, la denunciante, quien además de recibir el apoyo de mucha gente, también fue recriminada por unos pocos por el hecho de haber continuado la relación a pesar de los maltratos reiterados.
“Una mujer denuncia con varios videos la violencia que sufrió por parte de su expareja… y en Paraguay todavía nos preguntamos: ´¿Por qué no se fue antes?’ o decimos ‘Seguro le gusta sufrir’ o ‘capaz fue por plata’”, empezó preguntándose en el profesional, mostrando su indignación por la manera de pensar de mucha gente.
Por ello, el mismo explicó que “una mujer que sufre violencia, sea física, psicológica o ambas, no se va porque no puede hacerlo. La violencia no empieza con un golpe, empieza con el control, la manipulación, la culpa y el miedo”.
Sucede que, el agresor va destruyendo poco a poco la autoestima de su pareja, su red de apoyo y su confianza. “La convence de que nadie le va a creer, de que sin él no va a poder, y la aísla hasta dejarla emocionalmente paralizada”, añadió.
Vive en modo supervivencia
Seguidamente, expresó que el cuerpo de una mujer que vive en violencia, está en modo supervivencia. “Vive alerta, tensa, esperando el próximo ataque o la próxima humillación. En ese estado no hay claridad, no hay fuerza, solo miedo y confusión. Por eso, no puede ‘simplemente irse’: porque su mente y su cuerpo están programados para sobrevivir, no para huir”.
“No puede ‘simplemente irse’: porque su mente y su cuerpo están programados para sobrevivir, no para huir”
De hecho, agregó que muchas veces, el momento en que intenta la víctima salir, es cuando más riesgo corre de ser atacada o incluso asesinada.
Pérdida de identidad
El psicólogo, mencionó también que en casos como éste, se da lo que se conoce como destrucción de identidad. “La violencia psicológica destruye la identidad, la víctima empieza a creer que merece el maltrato, que está loca y que es culpable. Esa confusión y esa culpa son el resultado de años de manipulación”.
Finalmente, dijo que “nadie puede salir fácilmente de un lugar donde lo que se destruyó fue la propia percepción de sí misma. Salir no es un acto de voluntad, es un proceso de reconstrucción”.