Recientemente, el Poder Ejecutivo presentó un proyecto de ley que busca prohibir el uso de celulares en instituciones educativas, desde inicial hasta la media, teniendo como excepciones, su uso en caso de emergencias o para fines pedagógicos. Igualmente, aseguran que la medida apunta a proteger la salud mental y mejorar el desarrollo de los estudiantes.
Incluso, los proyectistas presentaron algunos datos, mismos que demostrarían el impacto negativo del uso de aparatos celulares en estudiantes.
Por ejemplo, se menciona que, los casos de ansiedad aumentaron 134% desde 2010 a causa de la utilización excesiva de estos aparatos; además, la depresión creció 106%, el trastorno de déficit de atención subió 72% y los episodios de daño autoinfligido se incrementaron 188%.
Tania Castagnino, profesional psicopedagoga, consultada por este medio sobre el impacto del uso excesivo de teléfonos celulares en niños en etapa estudiantil, refirió lo siguiente.
“La ansiedad y la depresión son dos estados psicológicos que pueden ser generados por múltiples factores, como también es cierto que la dependencia y sobre todo el abuso de las pantallas, genera ansiedad, sobre todo, cuando se está en abstinencia del uso de las tecnologías”, indicó.
La misma, aclaró además que “el trastorno por déficit de atención e hiperactividad, TDAH, es un trastorno neurológico, no es provocado o causado por el uso de pantallas, aunque el abuso de las pantallas sí influye en los procesos atencionales, debido a que las imágenes están llenas de colores, música y movimientos que cambian excesivamente rápido, lo que genera una alteración”.
“La dependencia y sobre todo el abuso de las pantallas, genera ansiedad, sobre todo, cuando se está en abstinencia del uso de las tecnologías”
Disminuye la atención sostenida
Para la psicopedagoga, el expresó que definitivamente, uno de los impactos más negativos del uso excesivo de los teléfonos celular es que disminuyen la atención sostenida, la memoria y la tolerancia al aburrimiento…“mientras aumenta la ansiedad, el estrés y la impulsividad, ya que se crea un ciclo de recompensa de dopamina rápida que sobre estimula el cerebro y dificulta la concentración profunda, afectando la autorregulación y la salud mental a largo plazo”.
Por otro lado, el abuso en la exposición a pantallas también genera múltiples dificultades de relacionamiento social, en la comunicación, en las habilidades motrices, etc..
De hecho, en cuanto al rango de edad que menciona dicho proyecto (nivel inicial hasta la media), la entrevistada explicó que, durante dicha etapa: “El cerebro está en proceso de maduración hasta los 21 años aproximadamente, que es donde se termina el proceso de desarrollo de la corteza frontal que es crucial para funciones ejecutivas superiores como la planificación, toma de decisiones, control de impulsos, memoria de trabajo”.
Es, por todo lo mencionada anteriormente, que para la licenciada Castagnino, sería una decisión acertada la prohibición. “Creo que el uso de celular debería estar prohibido en todos los niveles escolares, porque además, también genera dificultades en el aprendizaje, por ejemplo en la comprensión de lo que se lee”, finalizó.