21 oct. 2025

Profesión en crecimiento: la nutrición se consolida como pilar de la salud preventiva

Cada 16 de octubre, el Paraguay celebra el Día Nacional del Nutricionista, una fecha que busca rendir homenaje a los profesionales que, desde la ciencia y la educación alimentaria, trabajan por el bienestar y la calidad de vida de toda la población.

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No es casualidad que esta conmemoración coincida con el Día Mundial de la Alimentación, impulsado por la FAO, ya que ambas efemérides subrayan una misma idea, la alimentación adecuada es el primer paso hacia una vida saludable y sostenible.

Un rol esencial en tiempos de cambios

El nutricionista es mucho más que el profesional que “arma dietas”. Su tarea se extiende a la prevención, el diagnóstico y la intervención nutricional en hospitales, comunidades, instituciones educativas y empresas.

En un país donde las enfermedades crónicas no transmisibles (ENT) —como la obesidad, la diabetes, la hipertensión o las dislipidemias— afectan a miles de personas cada año, el papel del nutricionista se vuelve determinante para reducir riesgos y promover hábitos sostenibles de alimentación.

De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Alimentación y Nutrición (INAN), cerca del 60% de la población adulta paraguaya tiene exceso de peso, y el 35% padece hipertensión arterial. Estos indicadores ponen en evidencia un problema silencioso que avanza de la mano con el sedentarismo, el consumo elevado de azúcares y ultraprocesados, y la falta de educación alimentaria.

“La nutrición no es una moda, es ciencia aplicada a la vida”

Para entender mejor la importancia de esta profesión, conversamos con la licenciada Gabriela Vera, nutricionista clínica, docente universitaria y asesora en programas comunitarios, quien compartió su mirada sobre los desafíos actuales.

—¿Qué representa ser nutricionista hoy en Paraguay?

Ser nutricionista es ser un agente de cambio. Nuestro trabajo no se limita a recomendar qué comer, sino a acompañar procesos personales, sociales y hasta emocionales. En cada consulta ayudamos a las personas a reconstruir su relación con la comida. Y eso requiere empatía, educación y evidencia científica.

—¿Cuáles son los principales desafíos que enfrenta la profesión?

Diría que hay tres grandes retos: primero, el acceso desigual a servicios nutricionales, especialmente en comunidades rurales. Segundo, la desinformación. Hoy cualquier persona en redes sociales se autodenomina “coach nutricional” y difunde mensajes sin respaldo científico. Eso confunde a la población. Y tercero, la falta de reconocimiento institucional: aún necesitamos que más centros de salud incluyan al nutricionista en sus planteles de forma permanente.

—¿Qué papel debería tener el Estado para impulsar políticas nutricionales?

Urge reforzar la educación alimentaria desde la infancia. No se trata solo de prohibir, sino de enseñar: cómo leer etiquetas, cómo planificar menús equilibrados, cómo valorar los alimentos locales. Además, se necesitan leyes que regulen la publicidad dirigida a niños y adolescentes, y políticas que incentiven la producción nacional de frutas, verduras y legumbres. Una sociedad bien nutrida es una sociedad más sana y más productiva.

Datos que invitan a reflexionar

El Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social (MSPBS) advierte que los hábitos alimentarios actuales han cambiado drásticamente. Según el Programa Nacional de Alimentación Saludable, 9 de cada 10 adolescentes paraguayos consumen bebidas azucaradas al menos una vez al día, y el 70% ingiere alimentos ultraprocesados con frecuencia semanal.

Mientras tanto, el consumo de frutas y verduras no alcanza los niveles recomendados por la OMS, que sugiere al menos cinco porciones diarias.

Estos hábitos alimentarios, sumados a la falta de actividad física, están estrechamente vinculados con el aumento de enfermedades metabólicas y cardiovasculares. Sin embargo, los nutricionistas coinciden en que la prevención es posible si se incorporan programas sostenidos de educación y promoción de la salud.

De la consulta al laboratorio: una profesión en constante evolución

La nutrición moderna se apoya en ramas especializadas que avanzan rápidamente. La nutrigenómica (cómo los genes influyen en la forma en que procesamos los alimentos), la nutrición deportiva, la nutrición pediátrica, la clínica hospitalaria y la comunitaria son solo algunos de los campos donde los profesionales paraguayos se están destacando.

Además, el auge de la tecnología y las aplicaciones móviles ha permitido que los nutricionistas acompañen a sus pacientes de manera más cercana, registrando consumos, horarios y progresos. Esto convierte al profesional no solo en un orientador, sino también en un aliado constante del cambio de hábitos.

Vocación, ciencia y humanidad

Ser nutricionista implica una formación integral en ciencias biológicas, bioquímica, fisiología, dietoterapia y psicología alimentaria. Pero también exige vocación.

Como explica la licenciada Vera:

“La nutrición es una mezcla de ciencia y sensibilidad. Porque detrás de cada paciente hay emociones, costumbres, historias familiares y contextos sociales. No hay dieta perfecta sin empatía.”

Muchos nutricionistas paraguayos trabajan en hospitales, centros de salud, empresas, instituciones educativas y emprendimientos privados. También colaboran en proyectos internacionales de cooperación vinculados al desarrollo sostenible y la seguridad alimentaria.

Más que un trabajo: una misión

El Día Nacional del Nutricionista es una oportunidad para valorar la dedicación de quienes día a día luchan contra la desinformación alimentaria, los malos hábitos y las consecuencias de una vida acelerada.

Estos profesionales no solo enseñan a comer: enseñan a vivir mejor.

Como concluye Gabriela Vera:

“Comer saludable no debería ser un lujo, sino un derecho. Consultar con un nutricionista no es para quien quiere verse bien, sino para quien quiere estar bien. Nuestro compromiso es con la vida, desde la primera infancia hasta la vejez.”

Cifras clave

• 6 de cada 10 adultos paraguayos tienen exceso de peso.

• 4 de cada 10 escolares no consumen frutas todos los días.

• 7 de cada 10 adolescentes consumen snacks ultraprocesados más de tres veces por semana.

• El 30% de las enfermedades crónicas podrían prevenirse con una alimentación equilibrada.

• Paraguay cuenta con más de 2.500 nutricionistas activos, según registros del Ministerio de Salud.