20 jun. 2025

Desconfianza, culpa, miedo y retraimiento: “El abuso en la infancia deja huellas profundas”

La escucha de los padres es la principal forma de captar cuando un niño está siendo víctima de abuso, además de ciertos cambios en el comportamiento, que suelen darse en ellos.

Captura de pantalla 2025-06-19 132252.png

Dos nuevos casos de presunto abuso sexual de menores, están causando indignación en la sociedad, más aún por la forma y en los sitios en que estos habían ocurrido.

Uno de ellos se registró en una escuela de Asunción, donde un niño de 7 años habría sido víctima de abuso sexual por parte de alumnos de la misma institución, aunque de mayor edad que la víctima. El mismo, actualmente se encuentra incluso hospitalizado.

Por otro lado, la justicia decretó recientemente prisión para un catequista de 29 años, acusado de ser culpable del abuso de al menos seis menores entre 2022 y 2024. Sucedió en Zeballos Cue y todas las víctimas serían menores.

Ante esto, y toda la preocupación que genera, este medio contactó con una psicóloga con enfoque en niñez y adolescencia, quien mencionó el impacto que genera este tipo de abuso en los más pequeños.

Captura de pantalla 2025-06-19 132223.png

Desconfianza, culpa, miedo, retraimiento
“El abuso en la infancia deja huellas profundas, no solo en la memoria, sino en la manera en que el niño se vincula consigo mismo y con los demás, pudiendo generar desconfianza, culpa, miedo, retraimiento o conductas agresivas”, explicó la profesional Melissa Sánchez.

La misma agregó que tras un abuso, algunos niños desconectan de sus emociones, otros repiten escenas en el juego o en la conducta, el niño no puede protegerse, no puede decir “no” y hasta se siente culpable, lo que afecta su autoestima, su capacidad de poner límites y su desarrollo emocional.

En ambos casos mencionados, se da la particularidad de que se produjeron en lugares donde, en teoría, todo niño debería de gozar de seguridad plena, como la escuela y la iglesia.

“El impacto es doblemente doloroso cuando el abuso ocurre en lugares que, simbólicamente, representan protección, seguridad, guía, entornos de contención emocional y crecimiento. Cuando ocurre en estos contextos, se rompe el vínculo de confianza básica, fundamental para el desarrollo emocional del niño”, explicó.

“Los niños suelen expresar malestar a través de su comportamiento (cambios bruscos, irritabilidad, miedos nuevos, retrocesos en el desarrollo), y es clave no ignorar esas señales.”

Como padres ¿cuáles son las principales medidas de prevención?
Según Sánchez, como padres es fundamental escuchar y creerle al niño, sin minimizar ni cuestionar lo que dice. “Los niños suelen expresar malestar a través de su comportamiento (cambios bruscos, irritabilidad, miedos nuevos, retrocesos en el desarrollo), y es clave no ignorar esas señales.”

Para prevenir, se puede:
- Fomentar una comunicación abierta, de modo a que el niño sepa que puede hablar de todo, sin miedo a ser juzgado.

- Enseñar a reconocer sus emociones y límites: ayudarlo a identificar lo que le gusta y lo que no, y a saber que tiene derecho a decir “no”, dentro de esto también es muy importante validar a los niños sin minimizar o criticar lo que dicen o sienten.

- Supervisar activamente, sin caer en el control excesivo, pero con atención al entorno, a los adultos que están a cargo y a los cambios en el niño.