25 jun. 2025

Alarma por pérdida auditiva en jóvenes: advierten sobre riesgos del uso excesivo de auriculares

Especialistas alertan que cada vez más niños, adolescentes y adultos jóvenes presentan síntomas auditivos asociados al uso prolongado y a volumen elevado de auriculares personales. La cancelación de ruido, lejos de ser inofensiva, también plantea nuevos desafíos para la salud neurosensorial.

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Los problemas de audición ya no son exclusivos de los adultos mayores. En los últimos años, profesionales de la salud auditiva notaron un aumento significativo de consultas por molestias o dificultades para oír en personas cada vez más jóvenes. Así lo afirmó la fonoaudióloga Noelia Causarano, quien mencionó que esta tendencia guarda relación directa con el uso frecuente e inadecuado de auriculares, especialmente aquellos con tecnología de cancelación activa de ruido.

“Los consultorios están recibiendo cada vez más pacientes entre los 10 y 30 años que refieren una sensación de disminución auditiva. Algunos manifiestan que sienten presión en los oídos, zumbidos o dificultades para entender conversaciones, sobre todo en ambientes ruidosos”, detalló la profesional.

Un problema silencioso, pero en ascenso

Causarano explicó que si bien los estudios audiométricos en muchos de estos pacientes indican niveles normales de audición, los síntomas existen y afectan su calidad de vida. Se trata, en la mayoría de los casos, de pérdidas auditivas leves o transitorias que podrían ser el preludio de daños más severos si no se toman medidas preventivas a tiempo.

“Lo preocupante es que se están acostumbrando a convivir con molestias auditivas. Muchos adolescentes ni siquiera lo comentan con sus padres o maestros, porque lo consideran normal”, advirtió.

Esta percepción coincide con las proyecciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que estima que para el año 2050, una de cada cuatro personas en el mundo —cerca de 2.500 millones— tendrá algún grado de discapacidad auditiva. De ese total, al menos 700 millones necesitarán rehabilitación. “Las cifras son contundentes. Y si no se actúa ahora con prevención y concienciación, ese pronóstico se cumplirá sin lugar a dudas”, insistió la especialista.

¿Qué tan seguros son los auriculares con cancelación de ruido?

El desarrollo de la tecnología de cancelación activa de ruido (ANC, por sus siglas en inglés) ha sido promovido como una solución para entornos ruidosos, permitiendo al usuario aislarse del sonido ambiente. Sin embargo, un reciente estudio del Servicio Nacional de Salud del Reino Unido (NHS) encendió una luz de alerta. Aunque todavía no hay conclusiones definitivas, el informe sugiere que esta tecnología podría estar interfiriendo con el funcionamiento natural del sistema auditivo y neurológico.

“Lo que se plantea es que el uso constante de cancelación de ruido puede alterar la capacidad del cerebro para discriminar sonidos relevantes en un entorno con múltiples estímulos. Esto afecta, por ejemplo, la atención sostenida, la capacidad de concentrarse o incluso el equilibrio”, explicó Causarano.

Además, en niños y adolescentes en etapa de desarrollo, estas alteraciones podrían tener un impacto a largo plazo, afectando procesos cognitivos como el lenguaje, la comprensión y el aprendizaje.

Síntomas frecuentes y señales de alarma

Entre los síntomas más reportados se encuentran el tinnitus (zumbido constante en los oídos), la sensación de oído tapado, mareos, dolor leve o fatiga auditiva —una especie de agotamiento mental después de un uso prolongado de auriculares—. Aunque no siempre indican una pérdida auditiva permanente, son señales que deben ser atendidas.

“La audición no duele, y por eso muchos no le prestan atención. Pero cuando empiezan a tener que subir el volumen de la TV o pedir que les repitan lo que se dijo, ya estamos ante un indicio de daño progresivo”, subrayó.

La regla 60-60 y la importancia del descanso auditivo

Frente a este panorama, la fonoaudióloga recordó una medida sencilla pero efectiva, la regla del 60-60. “Se trata de limitar el volumen de los dispositivos al 60% de su capacidad máxima y no utilizarlos por más de 60 minutos continuos”, explicó. Esta recomendación es ampliamente conocida entre los profesionales, pero raramente aplicada en la vida cotidiana.

De hecho, muchas personas pasan varias horas al día con los auriculares puestos: en el transporte, en el trabajo, al hacer ejercicios o incluso para dormir. “El oído necesita pausas, necesita descansar. No estamos hechos para estar expuestos al sonido de forma constante y directa”, advirtió.

Educación temprana y campañas preventivas

Causarano hizo hincapié en la necesidad urgente de incorporar la educación auditiva en programas escolares, así como en campañas de salud pública. “Al igual que enseñamos sobre higiene dental o alimentación saludable, debemos enseñar sobre el cuidado del oído. Un daño auditivo puede ser irreversible y afectar no solo la comunicación, sino también la autoestima, el rendimiento escolar o laboral y las relaciones sociales”, expresó.

Asimismo, llamó la atención a los padres sobre la importancia de supervisar el uso de auriculares en los más pequeños. “Muchos niños acceden a celulares y tabletas desde muy corta edad. Es vital que los adultos regulen el volumen y el tiempo de uso, y que fomenten momentos sin pantallas ni estímulos auditivos artificiales”, señaló.

Un llamado a la responsabilidad

El acceso a tecnología es una ventaja innegable, pero también conlleva responsabilidades. El uso indiscriminado de auriculares, sin conocimiento ni límites, está provocando un fenómeno silencioso pero potencialmente grave: la pérdida auditiva prematura.

Causarano concluyó con un llamado a actuar con anticipación. “La salud auditiva no se recupera con facilidad. Por eso, prevenir hoy es la mejor forma de garantizar una buena calidad de vida en el futuro. Escuchar bien no debería ser un privilegio, sino un derecho que debemos cuidar desde la infancia”.