Las trágicas historias de Emma, una niña de apenas un año y cuatro meses, y de un niño de dos años y nueve meses, junto con el abuso de tres hermanas en la ciudad de Areguá, reflejan una alarmante situación de violencia infantil que conmociona al país.
Caso 1: La tragedia de Emma
El sábado 24 de agosto, una pareja llegó al Hospital de Coronel Bogado, Itapúa, con su hija Emma en brazos. Afirmaron que la niña, de un año y cuatro meses, se había descompensado mientras viajaban desde Encarnación, ubicada a 50 kilómetros. Sin embargo, la pediatra de guardia encontró que la pequeña ya estaba muerta y presentaba múltiples signos de violencia extrema y abuso sexual.
El equipo médico notificó de inmediato a la Fiscalía. El informe forense confirmó que Emma había fallecido al menos cinco horas antes de su ingreso al hospital. La niña sufría desnutrición severa y no soportó los traumas a los que fue sometida. “Nunca tuvimos un caso similar”, comentó una fuente médica, consternada por la brutalidad del caso.
Caso 2: Tres hermanas abusadas por su abuelo en Areguá
Poco después, el horror volvió a aparecer, esta vez la ciudad de Areguá, donde tres hermanas de 11, 13 y 17 años fueron víctimas de abuso sexual por parte de su abuelo. El caso fue descubierto gracias a una compañera de colegio de una de las víctimas, quien informó a una docente.
El fiscal Jorge Escobar tomó a cargo la investigación y en tiempo récord se activó el protocolo de protección infantil. Las hermanas fueron evaluadas en una clínica forense, y se confirmaron rastros de abuso en una de ellas. Las niñas ya reciben atención psicológica, mientras la Fiscalía avanza con el proceso judicial.
Caso 3: Muerte de un niño de dos años en Carmen del Paraná
El tercer caso se dio en Carmen del Paraná, también en Itapúa. Una madre de 21 años, con ayuda de una patrullera, llevó a su hijo de dos años y nueve meses al hospital. A pesar de los esfuerzos médicos, no lograron reanimarlo. El menor había fallecido antes de su llegada.
La Fiscalía detuvo de inmediato a la madre y al padrastro, de 17 años, quienes ahora están bajo custodia. El cuerpo del niño presentaba signos de violencia sistemática, lo que indica un posible maltrato prolongado. Un bebé de diez meses, también hijo de la pareja, fue entregado al Ministerio de la Niñez para su protección.
Un llamado a la acción
Estos tres casos en menos de una semana encienden las alarmas sobre la vulnerabilidad de los menores en entornos familiares. Las autoridades piden a la ciudadanía denunciar cualquier sospecha de maltrato.