El último jueves, en Argentina se dio inicio al mayor juicio de corrupción en la historia de dicho país, con la expresidenta Cristina Kirchner (2007 hasta 2015) como principal acusada.
“Causa Cuadernos”, o más bien “Causa Cuadernos de Coimas”, se denomina la causa mediante la cual, la fiscalía argentina acusa tanto a la política como a su fallecido marido, Néstor Kirchner, de organizar entre 2003 y 2015 “un sistema de recaudación de fondos para recibir dinero ilícito con el fin de enriquecerse ilegalmente”.
A principios de junio, la expresidenta, quien hoy tiene 72 años, recibió una condena de 6 años de prisión en otra causa por corrupción. Por este motivo, se encuentra con arresto domiciliario, lo que a su vez implicó que la misma se presente al juicio de manera virtual, vía Zoom.
¿Cómo salen a la luz “cuadernos de coimas”?
El caso estalló a partir de una serie de cuadernos en los que Oscar Centeno, chofer de alto cargo en los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner, registró viajes en los que trasladó bolsos con dinero, proveniente de presuntos sobornos.
Supuestamente, ese dinero venía de empresas constructoras que buscaban contratos con el Estado. El mencionado chofer, documentó así en los cuadernos, los horarios y las rutas de los viajes, así como nombres e, incluso, el peso de algunos de los bolsos, según se menciona en la prensa argentina. Aquellos registros se dieron a lo largo de casi 12 años.
Mediante esta práctica, aparentemente se establecieron “acuerdos con importantes empresarios de compañías nacionales e internacionales, por medio de los cuales obtenían beneficios recíprocos”.
“Los líderes y organizadores de esa estructura paraestatal diagramaron un circuito de recaudación de dinero centrado, principalmente, en el otorgamiento y adjudicación de obras públicas y/o servicios, y otros beneficios vinculados”, relata la denuncia de la fiscalía.
Semanas después de que se destapara el caso, algunos de los empresarios mencionados en los escritos confirmaron las operaciones y aceptaron declarar como arrepentidos, a cambio de beneficios judiciales. Algunos declararon que los fondos estaban destinados a financiar campañas electorales del oficialismo y que se trató de contribuciones forzosas, luego de haber sido extorsionados.
El mayor juicio de corrupción en toda la historia de Argentina
En este juicio, el más grande y polémico en toda la historia política de la Argentina, Cristina Kirchner está acusada de haber sido la beneficiaria final de al menos 38 pagos de sobornos por 17 millones de dólares. Además, otras 86 personas, entre exfuncionarios y empresarios de los más poderosos del país también figuran como acusados.
Durante dicho juicio, se escucharán declaraciones de 626 testigos como la ex empleada de Presidencia, Miriam Quiroga e Hilda Horovitz, ex mujer de Centeno (el ex chofer de Cristina), la primera en destapar el caso. Todo el proceso será además transmitido de forma oficial por YouTube.
En el primer día de juicio, el jueves, la expresidenta se conectó desde su departamento, donde cumple prisión domiciliaria. La misma, escuchó la lectura de los 40 casos de soborno que se le atribuyen.
En esos casos está acusada como jefa de la asociación ilícita y se le apunta por 204 hechos de cohecho, pero en la causa madre, son 40 las coimas atribuidas. Finalmente, y según determinó la justicia federal, durante doce años hubo un aceitado mecanismo que permitió a un grupo de funcionarios que integraban el Ministerio de Planificación Federal, recaudar fondos ilegales que eran direccionados a las máximas autoridades del Poder Ejecutivo Nacional.
Hasta 12 años de prisión
Cristina Kirchner fue condenada a seis años de prisión por administración fraudulenta en la causa conocida como “Vialidad”. Esta condena fue ratificada por la Corte Suprema de Justicia en junio de 2025 y actualmente la está cumpliendo bajo la modalidad de prisión domiciliaria.
En la causa de los Cuadernos de Coimas, la acusada se enfrenta a posibles penas de entre 5 y 10 años, o hasta 12 años de prisión si se la considera jefa de una asociación ilícita, según los requerimientos de la acusación.