Elegir un método anticonceptivo no es algo menor ya que implica comprender el propio cuerpo, conocer las alternativas disponibles, evaluar riesgos y beneficios y, sobre todo, contar con controles ginecológicos adecuados.
El ginecólogo Dr. César Maldonado destaca que la anticoncepción “no puede tratarse como una receta generalizada”. Cada mujer atraviesa etapas distintas de su vida y presenta necesidades particulares, desde adolescentes que inician su vida sexual hasta adultas con condiciones médicas específicas, mujeres que desean postergar la maternidad o quienes buscan regular trastornos hormonales. En todos los casos, la evaluación personalizada es la clave para una elección segura.
Una diversidad de métodos para distintas realidades
La oferta actual de métodos anticonceptivos es amplia y se adapta a múltiples circunstancias. Sin embargo, la cantidad de opciones también exige mayor información. El Dr. Maldonado explica que “entender cómo funciona cada método, su forma de uso y su nivel de eficacia permite evitar fallas por desconocimiento, uno de los motivos más frecuentes de embarazos no planificados”.
A continuación, se desarrollan los principales métodos disponibles y los puntos que deben considerarse antes de elegirlos.
1. Métodos hormonales: eficacia alta con controles regulares
Los anticonceptivos hormonales —píldoras combinadas, mini píldoras, parches, anillos vaginales e inyecciones— son algunos de los más utilizados en Paraguay y en el mundo. Funcionan inhibiendo la ovulación y modificando el moco cervical, lo que dificulta la fecundación.
Beneficios médicos adicionales
Además de la anticoncepción, algunos de estos métodos ofrecen ventajas como:
• Regulación del ciclo menstrual.
• Reducción del dolor menstrual.
• Disminución del acné.
• Control de sangrados abundantes.
• Reducción del riesgo de quistes ováricos y algunos tipos de cáncer (como endometrio y ovario).
Controles indispensables
No obstante, requieren acompañamiento médico. Es fundamental evaluar:
• Antecedentes familiares de trombosis.
• Hipertensión o migrañas con aura.
• Tabaquismo, especialmente después de los 35 años.
• Problemas de coagulación o enfermedades hepáticas.
El mal uso —como olvidar pastillas, cambios irregulares de horario o suspender sin control— reduce significativamente su eficacia.
2. Métodos de larga duración (LARC): seguridad por años
Los dispositivos intrauterinos (DIU) y los implantes subdérmicos son considerados los más efectivos después de la esterilización.
DIU de cobre y DIU hormonal
• El DIU de cobre no contiene hormonas y puede durar hasta 10 años.
• El DIU hormonal, en cambio, libera pequeñas dosis de progestágeno, ayuda a disminuir o incluso eliminar el sangrado menstrual y tiene una duración de 3 a 5 años.
Implante subdérmico
Se coloca debajo de la piel del brazo y libera hormonas gradualmente durante 3 a 5 años.
Ventajas destacadas
• No requieren recordatorios diarios.
• Eficacia superior al 99%.
• Aptos para mujeres que no pueden usar estrógenos.
Aspectos a considerar
• Al inicio pueden generar sangrados irregulares.
• La colocación y extracción deben realizarse con personal capacitado.
• Son recomendados para adolescentes y mujeres jóvenes por su alta adherencia.
3. Métodos de barrera: doble protección
Los preservativos masculinos y femeninos siguen siendo imprescindibles por su doble rol: prevenir embarazos y evitar infecciones de transmisión sexual (ITS).
El incremento de ITS como gonorrea, sífilis y VIH en jóvenes refuerza la importancia de su uso combinado con otros métodos. El preservativo sigue siendo la herramienta más efectiva para reducir el riesgo de contagio.
4. Métodos naturales: útiles, pero con menor eficacia
Los métodos basados en el ciclo menstrual, temperatura basal u observación del moco cervical pueden funcionar cuando existe un conocimiento profundo del cuerpo y ciclos muy regulares. Sin embargo, la tasa de fallos es mayor, especialmente en mujeres jóvenes o con ciclos irregulares.
Los especialistas recomiendan utilizar estos métodos solo con asesoramiento y sabiendo que no protegen contra ITS.
5. Anticoncepción de emergencia: un recurso excepcional
La pastilla de emergencia previene aproximadamente el 85% de los embarazos cuando se utiliza de forma correcta y dentro de las primeras 72 horas. Pero no debe usarse como método habitual, ya que no sustituye a la anticoncepción regular ni protege de infecciones.
La importancia de los controles ginecológicos: más allá de la anticoncepción
El Dr. Maldonado insiste en que el control ginecológico es tan importante como el método elegido. “Muchas mujeres empiezan un anticonceptivo y pasan años sin una consulta, y eso puede ocultar cambios hormonales, riesgos cardiovasculares o problemas ginecológicos tempranos”, advierte.
Controles recomendados según etapa
• Examen anual con Papanicolaou y test de VPH (según protocolo de edad).
• Control de presión arterial en usuarias de métodos hormonales.
• Ecografía ginecológica cuando exista dolor pélvico, sangrado irregular o antecedentes.
• Laboratorios de control si se sospechan alteraciones hormonales, tiroideas o metabólicas.
Además, detectar a tiempo síntomas como dolores menstruales incapacitantes, sangrados abundantes, irregularidades prolongadas o cambios repentinos en el ciclo puede prevenir complicaciones como endometriosis, quistes o trastornos hormonales.
Impacto social y psicológico
La anticoncepción también tiene un impacto social profundo, reduce embarazos no planificados, permite la continuidad educativa en adolescentes, disminuye la mortalidad materna y mejora la autonomía económica de las mujeres. A nivel psicológico, contar con un método seguro genera tranquilidad y disminuye la ansiedad relacionada al control del ciclo.
En Paraguay, los especialistas señalan que aún existe desinformación, especialmente en mujeres jóvenes, que reciben mensajes contradictorios en redes sociales o confían en mitos como “descansar de las pastillas” o “no se puede quedar embarazada en el primer mes del método natural”. La educación sexual integral y la consulta médica son esenciales para derribar mitos.
Elección informada: acompañamiento y seguimiento constante
No existe el “mejor anticonceptivo” en términos absolutos, sino el más adecuado para cada mujer en su contexto actual. Una paciente puede comenzar con pastillas y luego migrar a un DIU o un implante; otra puede requerir un método sin hormonas por condiciones médicas; y muchas optan por la combinación de preservativos más otro método para una protección más completa.
El Dr. Maldonado resume así el concepto: “La decisión anticonceptiva debe estar basada en seguridad, comodidad y salud. El método adecuado es el que la mujer puede usar bien, con seguimiento y con la tranquilidad de que se adapta a su vida”.
Autocuidado, información y salud integral
La anticoncepción es una herramienta para proteger la salud, tomar decisiones libres y planificar el futuro. Los especialistas recomiendan:
• Mantener controles ginecológicos periódicos.
• No automedicarse ni elegir métodos por recomendación de terceros.
• Consultar ante cualquier síntoma fuera de lo habitual.
• Complementar métodos hormonales o dispositivos con preservativos para prevenir ITS.
La información confiable y el acompañamiento profesional siguen siendo la base para una vida sexual responsable, segura y saludable, finalizó el médico.