20 jun. 2025

Señales silenciosas que podrían esconder un cáncer de riñón

En el Día Mundial del Cáncer de Riñón, especialistas alertan sobre la importancia de detectar a tiempo esta enfermedad silenciosa, responsable de miles de muertes al año y con alta incidencia en adultos. En Paraguay, el cáncer es la principal causa de muerte prematura antes de los 70 años.

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Cada tercer jueves de junio se conmemora el Día Mundial del Cáncer de Riñón, una iniciativa global que busca sensibilizar a la población sobre esta enfermedad, muchas veces subestimada por la falta de síntomas visibles en sus fases iniciales.

En Paraguay, el cáncer sigue siendo una de las principales causas de muerte prematura, y el de riñón, en particular, representa un desafío diagnóstico por su evolución silenciosa. El carcinoma de células renales, nombre médico del cáncer renal, se ubica entre los diez tipos más frecuentes tanto en hombres como en mujeres, pero sus síntomas suelen aparecer cuando la enfermedad ya está avanzada.

¿Por qué el cáncer de riñón pasa desapercibido?

Una de las características más peligrosas de este tipo de tumor es que puede desarrollarse sin producir signos visibles durante meses, incluso años. Según el oncólogo Federico Cayol, “la detección temprana del cáncer renal es compleja porque, al contar con dos riñones, uno puede seguir funcionando normalmente, lo que retrasa la aparición de síntomas”.

En la mayoría de los casos, este tipo de cáncer se descubre de manera incidental, durante estudios por otras patologías. Sin embargo, cuando aparecen síntomas, es fundamental prestarles atención y no postergar la consulta médica.

Signos de alerta que no deben ignorarse

Aunque inespecíficos, hay síntomas que pueden encender señales de alerta. La Sociedad Americana del Cáncer identifica los siguientes como los más frecuentes:

• Sangre en la orina (hematuria), que puede aparecer de forma intermitente

• Dolor persistente en la parte baja de la espalda, generalmente de un solo lado

• Presencia de una masa o bulto palpable en el costado o abdomen

• Fatiga prolongada sin causa aparente

• Pérdida del apetito

• Adelgazamiento involuntario

• Fiebre que no responde a tratamientos o no tiene una causa infecciosa clara

• Anemia (disminución de glóbulos rojos en sangre)

Es importante remarcar que estos síntomas también pueden deberse a otras condiciones benignas, como infecciones urinarias o cálculos renales, pero la evaluación médica es clave para descartar problemas más graves.

Factores de riesgo: ¿quiénes están más expuestos?

Si bien la mayoría de los casos de cáncer renal son esporádicos, es decir, sin una causa hereditaria clara, existen múltiples factores que pueden aumentar las probabilidades de padecerlo:

• Tabaquismo: considerado el factor modificable más importante. Duplicaría el riesgo de desarrollar la enfermedad. Se estima que el 30 % de los casos en hombres y el 25 % en mujeres están relacionados con el consumo de tabaco.

• Sexo masculino: los hombres tienen entre 2 y 3 veces más posibilidades de padecerlo.

• Edad: la mayor parte de los diagnósticos ocurre entre los 50 y 70 años.

• Obesidad: el exceso de tejido adiposo puede contribuir al desarrollo de tumores.

• Hipertensión arterial: se ha asociado a un riesgo más alto, aunque aún no se comprende del todo el mecanismo.

• Exposición prolongada a sustancias tóxicas como el cadmio o solventes industriales.

• Enfermedad renal crónica y tratamientos de diálisis prolongada.

• Antecedentes familiares: tener un pariente de primer grado con diagnóstico de cáncer renal incrementa el riesgo individual.

Tratamientos disponibles: desde cirugía hasta inmunoterapia

El abordaje del cáncer renal varía según el estadio en el que se detecte. Cuando está localizado, la opción más eficaz es la cirugía, que puede implicar la extirpación parcial o total del riñón afectado (nefrectomía). Sin embargo, en casos más avanzados o con metástasis, se recurre a otras estrategias:

• Terapias dirigidas: actúan sobre mecanismos específicos de las células tumorales, reduciendo los daños al tejido sano.

• Inmunoterapia: estimula el sistema inmunológico del paciente para que ataque a las células cancerígenas.

• Radioterapia o quimioterapia: en menor medida, y dependiendo del tipo celular del tumor.

En los últimos años, los avances en tecnología médica han permitido detectar tumores renales de manera más temprana mediante imágenes como ecografías, tomografías o resonancias. Sin embargo, el acceso desigual a estos estudios sigue siendo un desafío en países como Paraguay.

La importancia de la prevención y la consulta oportuna

La clave para enfrentar el cáncer renal está en la prevención y la educación. Evitar factores de riesgo como el tabaquismo, mantener un peso saludable, controlar la presión arterial y realizar chequeos médicos periódicos puede marcar la diferencia.