A pocos días de celebrar el Día del Niño, no está de más recordar que, la niñez consiste en experimentar el mundo con ojos de asombro, sumergirse en un constante viaje de aprendizaje y crecimiento, y estar rodeado de amor y cuidado. Al menos, esa sería la definición ideal.
De hecho, a diferencia de generaciones pasadas, los chicos de hoy eligen lo que quieren hacer, la ropa que desean usar, y hasta los amigos con los que se vincularán. Sin embargo, muy pocos son los niños que tienen la suerte conocer la fama a tan corta edad; de subir a escenarios de todo el país, frente a miles de personas, y de recibir el reconocimiento y el afecto de todos a donde sea que vayan.
Precisamente, ese fue el caso de Jazmín del Paraguay, quien hoy con sus floridos 20 años, es toda una artista consagrada, llevando su música a cada rincón del país, incluso al extranjero. Todo esto, después de que iniciara su carrera en el canto a muy corta edad, maravillando incluso al mismísimo Don Francisco en televisión extranjera a la edad de tan solo 10 años.
En conversación con este medio, Jazmín recordó cómo era de niña, incluso, confesó que en algún momento empezó a notar que su niñez no era una niñez normal como la de sus amigos. “De niña recuerdo que era súper inquieta, curiosa y por eso creo que en mi infancia desperté la creatividad. Me encantaba mucho cantar, bailar, y todo lo relacionado a lo artístico hacía parte de mi personalidad y de mi infancia. Era muy feliz, muy hiperactiva”, comentó.
“De niña recuerdo que era súper inquieta, curiosa y por eso creo que en mi infancia desperté la creatividad”
La fama, sus bondades y complejidades
La misma, se refirió además, a lo rápido que alcanzó la fama mediante su arte; aunque se mostró bastante humilde con la utilización de esa palabra. “No sé si ‘fama’ sería la palabra, pero ser conocida a una edad tan corta creo que impacta definitivamente, aunque hay también cosas no tan buenas, como la exposición a nivel de redes y estar en el ojo del público. Fue muchas veces tener que lidiar con comentarios negativos, y eso de chiquitita me afectaba, pero hoy ya no, porque lo supe manejar muy bien”, explicó.
Pero, así como la fama durante su niñez -una niñez poco común-, le trajo ciertas complejidades, fueron muchas más las cosas positivas. “Siempre digo que mi infancia fue muy feliz, aunque con el tiempo me di cuenta de que no fue una infancia común, porque dentro de mis actividades como niña de repente tenía que ir a otras ciudades a cantar, lejos de mi gente, cruzándome detrás de escenarios con grandes personalidades, y todo eso impactó en mí pero de una manera muy linda, muy positiva”, dijo.
“Siempre digo que mi infancia fue muy feliz, aunque con el tiempo me di cuenta de que no fue una infancia común”
Sus padres, un apoyo incondicional
Y por supuesto que, Jazmín no sería ‘Jazmín del Paraguay’ sin el apoyo incondicional de sus padres. “Mis padres son mi pilar a nivel personal y a nivel artístico. Siempre agradecida porque mis padres pudieron encontrar el equilibrio entre Jazmín niña y Jazmín artista, porque siempre la prioridad fue que Jazmín, antes de ser artista, sea niña y pueda cumplir también con mis estudios y mis tiempos de juego”, comentó.
Finalmente, Jazmín aceptó dejar un mensaje para todos los niños que tienen el sueño de ser como ella, o tienen metas diferentes. “Que disfruten todo lo que sea que hagan, tanto si es fuera como dentro de la música; que traten de informarse lo más que puedan para que no se sorprendan por el camino. El proceso no es nada fácil, pero también tiene sus cosas que te hacen disfrutar y divertir; así que, si logran encontrar un equilibrio entre esfuerzo, disciplina, amor y diversión, lo van a disfrutar al máximo de eso que hagan”, cerró.