Gustavo Aaron Mejía García, oriundo de Toluca, México, fue capturado con varias botellas de tequila y shampoo que, tras ser analizadas, dieron positivo a fentanilo, anfetaminas y metanfetaminas. Este hallazgo ha puesto en alerta a las autoridades nacionales, quienes temen que cárteles criminales estén intentando establecer nuevas rutas y mercados en el país.
El doctor Dante Zacarías, experto en toxicología, brindó detalles sobre esta sustancia que, aunque fue descubierta en la década de 1960 como un potente analgésico, en la actualidad se utiliza como droga recreativa debido a los intensos efectos que provoca. “El fentanilo induce una euforia extrema, seguida de una profunda somnolencia y letargo. Estos efectos tan agradables hacen que el consumidor desarrolle una rápida dependencia, ya que necesita volver a consumir para evitar el síndrome de abstinencia”, explicó Zacarías.
El peligro del fentanilo radica en su potencia: es un opioide sintético con una capacidad analgésica superior a la de la morfina, lo que permite que se utilicen dosis mucho más bajas para lograr efectos similares. Según Zacarías, “la euforia dura entre 10 a 20 minutos, pero el efecto completo se extiende por unas 4 horas, tras las cuales el consumidor experimenta un fuerte síndrome de abstinencia, impulsándolo a consumir nuevamente”. Este ciclo de consumo repetitivo es lo que ha llevado a que, en Estados Unidos, más de 70 personas mueran diariamente por sobredosis de fentanilo.
El operativo que resultó en la captura de Mejía García reveló la sofisticación de los métodos utilizados por los narcotraficantes para ingresar estas sustancias al país. Las botellas de tequila y los frascos de shampoo contenían fentanilo y otras drogas en estado líquido, que debían pasar por un proceso laboratorial para ser convertidas en cristales antes de su consumo.
La Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) expresó su preocupación por el poder adictivo del fentanilo, calificándolo como una droga barata, altamente adictiva y extremadamente perjudicial, incluso más que el crack. La posibilidad de que cárteles criminales internacionales utilicen a Paraguay como un nuevo centro de operaciones es un riesgo latente que las autoridades están decididas a enfrentar.
Este caso pone de manifiesto la urgente necesidad de fortalecer las políticas de control y prevención en el país, así como de concienciar a la población sobre los peligros de estas sustancias.