El panorama laboral mundial se enfrenta actualmente a una transformación estructural sin precedentes, impulsada como ya es sabido, principalmente por los avances tecnológicos, siendo la Inteligencia Artificial (IA) la fuerza disruptiva central.
Esta dinámica global anticipa un crecimiento neto de 78 millones de puestos de trabajo para las próximas décadas, lo que equivale a un aumento del 7% del empleo total mundial. Sin embargo, este balance se logra a través de la creación de 170 millones de nuevos empleos que compensarán el desplazamiento de 92 millones de roles existentes hoy día.
Sobre el tema, reciente el Foro Económico Mundial divulgó un análisis que detalla cuáles serán las habilidades básicas para 2030. Según el estudio, la demanda de competencias tecnológicas, cognitivas y sociales se intensificará, mientras que actividades rutinarias como Cajeros, Auxiliares Administrativos y Secretarios ejecutivos, tenderán a perder valor en los mercados laborales globales.
Habilidades emergentes en el campo laboral
El estudio segmenta las capacidades profesionales en cuatro grandes categorías. Estas incluyen la inteligencia artificial y Big Data, las redes y la ciberseguridad y la gestión ambiental, los cuales se están difundiendo transversalmente entre los empleos del futuro, pero reservados en tiempos actuales más a perfiles especializados.
Además, la digitalización de procesos y la automatización en todos los sectores impulsan la expansión de herramientas de inteligencia artificial incluso en áreas tradicionales.
La destreza manual, la residencia y la precisión, junto con el procesamiento sensorial y las tareas vinculadas exclusivamente a la lectura, escritura y matemáticas básicas, figuran entre las más desplazadas por la automatización y los sistemas inteligentes.
Habilidades básicas para el futuro laboral
El listado de competencias imprescindibles para el trabajador en 2023, según el Foro Económico Mundial, incorpora también alfabetización tecnológica, un dominio básico sobre los sistemas y herramientas digitales, y la curiosidad y el aprendizaje permanente, valores que reflejan la necesidad de formación constante para mantenerse vigente en un proceso de innovación continua.
La lista de habilidades estables agrupa aquellas funciones que, pese a su alta demanda en el presente, mantendrán su peso en los próximos años sin registrar un aumento significativo. Tal es el caso de la gestión de recursos y operaciones y el control de calidad, además de la orientación al servicio y la atención al cliente.
Finalmente, el auge de plataformas digitales también impulsa la importancia de profesiones ligadas al diseño y experiencia del usuario, clave para el desarrollo y adopción eficiente de productos digitales en todos los ámbitos.