21 jun. 2025

Empresas ante la era de la inteligencia artificial: adaptarse o desaparecer

El mundo laboral está atravesando una transformación sin precedentes impulsada por la inteligencia artificial. Para las empresas, el reto no es solo tecnológico, sino también cultural, entender a una generación digital y actuar con visión de futuro.

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La inteligencia artificial (IA) dejó de ser una promesa futurista para convertirse en una herramienta presente, que ya está moldeando la manera en que las empresas producen, venden, se comunican y toman decisiones.

En ese nuevo escenario, no solo los procesos se aceleran y automatizan, también cambia la forma en la que las personas se relacionan con el trabajo, los productos y los servicios. Para Jackson Schneider, analista internacional en geopolítica y seguridad, “las compañías deben comprender que esta generación se creó en el mundo de la tecnología”, y que ese factor transforma radicalmente la lógica empresarial tradicional.

Hoy, adaptarse al nuevo paradigma no es opcional, es una cuestión de supervivencia.

“Estamos frente a una revolución cultural y tecnológica. Las empresas que no hablen el mismo idioma que las nuevas generaciones de trabajadores y consumidores quedarán fuera del juego”
Jackson Schneider, analista internacional en geopolítica y seguridad

El especialista recalca que el desafío va más allá de adoptar herramientas de IA, más bien se trata de modificar mentalidades, estructuras y dinámicas que, en muchos casos, llevan décadas sin cambios profundos.

La inteligencia artificial ya está acá: ¿cómo deben responder las empresas?

La velocidad con la que evoluciona la inteligencia artificial exige una adaptación constante. Herramientas de automatización, análisis predictivo, asistentes virtuales, sistemas de recomendación y algoritmos de personalización ya son parte del día a día en sectores tan diversos como el comercio, la banca, la salud o la educación. Pero, según Schneider, todavía no somos plenamente conscientes del cambio en marcha.

“Estamos apenas rascando la superficie. Hay profesiones y productos que ya no existirán en unos años. Y otros que ni siquiera imaginamos hoy van a dominar el mercado”, sostiene.

Por eso, para el analista, el primer paso que debe dar cualquier empresa es informarse y formar a su equipo: entender qué es la IA, cómo funciona, qué puede ofrecer y qué limitaciones tiene. Luego, se debe diseñar una estrategia que integre esas herramientas al servicio del negocio sin perder de vista los valores y objetivos institucionales.

Jóvenes digitales, consumidores inteligentes

Además de la tecnología, hay otro factor que empuja el cambio: una nueva generación de trabajadores y consumidores, formada desde la infancia en un entorno digital. Según Schneider, las empresas deben entender que sus propios empleados —en especial los más jóvenes— ya tienen incorporado el uso de la IA en su vida diaria, desde asistentes como Siri o Alexa hasta filtros inteligentes en redes sociales y chatbots para atención al cliente.

Esto plantea una tensión generacional dentro de las organizaciones. “Hay una generación que no es tan tecnológica, y eso genera cierta dificultad en el diálogo. Por eso, es fundamental fomentar una cultura de aprendizaje transversal, donde todos los niveles se capaciten y se abran al cambio”, señala.

Pero el verdadero riesgo, dice Schneider, está en no entender al nuevo consumidor, uno que busca inmediatez, personalización, interacción digital, responsabilidad social y respuestas en tiempo real.

“No se trata solo de atraer a jóvenes talentos. También es saber venderle a una generación que no va a esperar ni conformarse con lo mismo de siempre”, explica.

¿Qué pueden hacer hoy las empresas?

La inteligencia artificial puede parecer un campo complejo y hasta intimidante para pequeñas y medianas empresas. Sin embargo, los especialistas coinciden en que no es necesario hacer inversiones millonarias para comenzar. Algunas estrategias recomendadas incluyen:

• Capacitación continua: Invertir en formación sobre IA, datos y habilidades digitales para todos los niveles de la empresa.

• Cultura de innovación: Fomentar un entorno donde el cambio y la creatividad sean parte del ADN institucional.

• Diagnóstico tecnológico: Evaluar los procesos actuales y detectar dónde puede aplicarse la IA para mejorar eficiencia y experiencia del cliente.

• Escucha generacional: Incorporar equipos diversos que incluyan tanto experiencia como nuevas visiones digitales.

• Pruebas y errores: Implementar pilotos o pequeñas pruebas antes de aplicar grandes cambios.

Mirando hacia el futuro

El desarrollo de la inteligencia artificial apenas comienza. Tecnologías como la IA generativa, la computación cuántica, los modelos predictivos avanzados y los sistemas autónomos prometen cambiar por completo industrias enteras.

En este contexto, Jackson Schneider insiste: “Las empresas deben prepararse ahora. Lo que no se actualiza, se vuelve obsoleto. Lo que no evoluciona, desaparece. Este no es un cambio más, es un nuevo mundo”.

La adaptación no será solo tecnológica, sino humana. Las empresas que logren combinar herramientas inteligentes con pensamiento crítico, ética, inclusión y apertura generacional serán las que lideren el mercado del futuro.