31 oct. 2025

Disnea: la desesperante sensación de ahogo que aqueja tanto a jóvenes como adultos

Sufrirla puede ser extremadamente incómoda y angustiante. Enfermedades cardíacas, pulmonares, además de la obesidad y el tabaco, se encuentran entre las causas principales.

Captura de pantalla 2025-10-31 134758.png

La disnea, término médico que se le da a la sensación de dificultad para respirar, afecta actualmente a personas de todas las edades y suele indicar problemas de salud que requieren atención, pues representa un síntoma que refleja alteraciones en el funcionamiento del corazón.

Cuando fallan los pulmones o el corazón, es que disminuyen los niveles de oxígeno en la sangre y la persona percibe la necesidad de esforzarse más para respirar. Esta dificultad para respirar puede presentarse de manera transitoria durante el ejercicio intenso, en ambientes con temperaturas extremas, a gran altitud o debido a congestión nasal.

Principales causas y factores asociados
Enfermedades cardíacas como la angina de pecho, la insuficiencia cardíaca y la fibrilación auricular, figuran entre las principales causas de la disnea. Por su parte, las principales responsables en el ámbito pulmonar incluyen la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), la bronquitis, el asma, la neumonía y la embolia pulmonar, en la cual coágulos sanguíneos bloquean el flujo y el intercambio de oxígeno en los pulmones.

Captura de pantalla 2025-10-31 134835.png

¿Cuáles son los principales signos de alarma?
Es necesario acudir inmediatamente al hospital o solicitar ayuda médica de urgencia si se presentan alguno de los siguientes síntomas:

-Dificultad para respirar en reposo.

-Disminución del nivel de consciencia o confusión.

-Pérdida de la capacidad para realizar las actividades cotidianas debido a la dificultad para respirar.

-Dolor en el tórax o palpitaciones.

-Náuseas.

Cómo controlar la disnea
-Usa un ventilador. Si comienzas a percibir que te falta el aire, sírvete de un ventilador de mano para aliviar la sensación de ahogo de manera inmediata.

-Aprende técnicas de respiración y de relajación. Ambas pueden ayudarte a ralentizar y controlar la respiración cuando notes que la sensación de ahogo y a fortalecer los músculos respiratorios.

-Prueba diferentes posturas al dormir o sentarte. De esta manera, podrás optar por la que te permita respirar mejor.

-No te fuerces en tu día a día. Lleva a cabo solamente aquellas actividades que puedas realizar sin sentir incomodidad al respirar.

-Lleva un estilo de vida saludable. No fumes, ya que el tabaquismo es la principal causa de afecciones pulmonares como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). Además, practica ejercicio con regularidad, perder peso en caso de obesidad y aumentar tu tolerancia a la actividad física.

-Evita las temperaturas extremas. Los ambientes muy cálidos, fríos o húmedos pueden puede agravar algunos tipos de disnea.

¿Cómo se trata la disnea?
El tratamiento dependerá de la causa de la disnea. Puede abarcar medidas terapéuticas como las siguientes:

-Administración de oxígeno (oxigenoterapia). En algunos casos, puede ser crónica y dentro del domicilio.

-Uso de medicamentos como broncodilatadores —que ayudan a relajar las vías respiratorias—, corticoides —que reducen la inflamación en enfermedades obstructivas o restrictivas—, antibióticos —si la causa es una infección de origen bacteriano como la neumonía—, diuréticos —si es necesario eliminar líquidos—, analgésicos, opiáceos o ansiolíticos.

-Rehabilitación pulmonar para mejorar la capacidad funcional y la tolerancia al ejercicio.