03 may. 2025

¿Harto de que se queme la ducha eléctrica?

Llegó el frío y no contar con agua caliente en el baño resulta una tortura. ¿Cómo hacemos para evitar que se queme nuestra ducha eléctrica? Aquí te dejamos algunos tips.

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¿Cuántas veces no te ocurrió que de pronto deja de funcionar la ducha eléctrica mientras te das un baño? No hay disgusto más grande en la casa que quedar sin agua caliente en época de frío.

Con dos simples tips se puede evitar que se funda, por lo menos tan seguidamente, la resistencia de una ducha. Una instalación eléctrica correcta y la potencia de salida del agua, contribuyen o dificultan el buen funcionamiento de estos aparatos.

Básicamente, del aparato salen tres cables que tienen que estar conectados siempre (esto debe poder verificarse a simple vista), especialmente el de color verde, ya que es la conexión de protección contra choques eléctricos.

La ducha cuenta con una resistencia que al recibir energía se calienta instantáneamente, y está instalada en el camino del agua dentro de la regadera; entonces, al fluir el líquido y tener contacto con ella, se calienta y consigue elevar bruscamente la temperatura del agua.

Es por este motivo que la presión del agua es crucial. Las duchas cuentan con un mecanismo de seguridad que detecta la presencia y presión mínima del agua, entonces, si el curso es débil directamente no calienta, para evitar que se queme la resistencia. Mientras mayor sea la cantidad de agua que se deje pasar por la regadera, más contribuye al buen funcionamiento de la misma.

El Ingeniero Robert Duarte, Gerente de la empresa Labsol, explicó que son varios los factores que determinan la vida útil de las duchas. “La frecuencia del uso, la temperatura del agua con la que se emplea, la calidad del líquido, cantidad de personas que utilizan el mismo equipo y la conexión, entre otros, son los condicionantes más comunes”, explicó.

En caso de que la resistencia haya sido reemplazada o se instale una ducha nueva, es bueno saber que se debe abrir primero la llave de paso del agua, dejar que pase suficiente líquido y luego encender la ducha eléctrica.

Entonces, la correcta instalación eléctrica y la buena presión del agua son vitales. Mientras que la primera sí podría depender 100 por ciento de las familias, la segunda muchas veces se vuelve incontrolable por depender de la empresa que presta el servicio de distribución de agua potable. Si en un momento no se cuenta con buena presión de agua, lo ideal es dejar de utilizar la ducha eléctrica.