¿Qué es un broncoespasmo?
El broncoespasmo es una contracción anómala de los músculos que rodean los bronquios, lo que provoca su estrechamiento y dificulta la respiración. “Esto significa que los bronquios se cierran, lo que no permite que entre o salga el aire. La principal consecuencia es que el paciente llegue a requerir intubación. Es un cuadro bastante delicado”, explicó el neumólogo Carlos Morínigo.
Este proceso puede ir acompañado de la acumulación de secreciones o líquidos, conocidos comúnmente como “catarro”, lo que agrava aún más la dificultad para respirar. Dependiendo de la gravedad, el paciente puede necesitar broncoaspiración para despejar las vías respiratorias, como ocurrió con el papa Francisco.
¿Qué tan grave es un broncoespasmo?
La severidad del cuadro depende de varios factores, como la edad del paciente, sus enfermedades preexistentes y su estado nutricional. En algunos casos, es necesario recurrir a la ventilación mecánica o incluso a la intubación para garantizar una correcta oxigenación.
“Esto depende mucho de los análisis de los gases arteriales de la sangre. Si los valores son preocupantes, podría ser necesaria la intubación para mejorar la oxigenación”, detalló Morínigo.
Consecuencias del broncoespasmo
Si bien un episodio de broncoespasmo generalmente no deja secuelas permanentes, en algunos pacientes puede derivar en complicaciones respiratorias crónicas. “El broncoespasmo se da, por ejemplo, en crisis asmáticas. Puede generar falta de aire y un sonido característico en el pecho, pero en la mayoría de los casos no deja consecuencias. Sin embargo, si hay una infección respiratoria asociada, el paciente podría necesitar oxígeno de forma continua”, agregó el especialista.
El estado de salud del papa Francisco
Según el comunicado del Vaticano, el pontífice presentó un “ataque aislado de broncoespasmo” que le provocó vómitos con inhalación, lo que llevó a un deterioro repentino de su cuadro respiratorio. Ante esta situación, se le practicó una aspiración para despejar sus vías y se le administró ventilación mecánica no invasiva, con una evolución favorable en el intercambio gaseoso.
A pesar de haber permanecido “vigilante y consciente” durante todo el episodio, el pronóstico del papa sigue siendo “reservado”. Su edad avanzada y su historial de problemas respiratorios, que incluyen la extirpación de parte de un pulmón en su juventud, hacen que su estado requiera un monitoreo constante.
Este episodio vuelve a poner en foco la salud del pontífice, quien en los últimos meses ya había cancelado varias actividades debido a problemas respiratorios recurrentes. Aunque su recuperación parece favorable, su equipo médico sigue de cerca su evolución para evitar complicaciones.
