La selección paraguaya volvió a regalar una alegría inmensa a todo el pueblo guaraní, al vencer a Uruguay por 2 a 0, con un total de 9 partidos sin perder y un pie prácticamente en el Mundial del próximo año.
Detrás de éste éxito, como ya es sabido, se encuentra del DT Gustavo Alfaro, un estratega que trabaja muy seriamente en lo mental mediante la psicología, que actualmente es fundamental en un deporte grupal como el fútbol.
La importancia de la psicología deportiva
Está claro que, la psicología deportiva juega un rol cada vez más relevante especialmente en contextos de alta competencia. Su impacto se refleja directamente en la mejora del rendimiento y los resultados, tanto a nivel individual como colectivo.
De hecho, Gloria Petters, psicóloga deportiva, en contacto con este medio explicó que la preparación mental es tan fundamental como la preparación física en el mundo del deporte.
“Un deportista no solo debe entrenar su cuerpo, sino también su mente para alcanzar su máximo potencial. Variables como la confianza, la concentración, la atención, el manejo de la frustración y la activación emocional, se trabajan específicamente desde la psicología deportiva”, empezó diciendo.
Agregó además que, en deportes colectivos como el fútbol, ese trabajo es todavía más importante. “La intervención psicológica no solo fortalece al individuo, sino también a la dinámica grupal. Por eso, los cambios positivos en la performance se hacen visibles en los resultados: equipos más enfocados, resilientes y emocionalmente preparados para afrontar los desafíos de la competencia.”
El envión anímico de la selección
La doctora Petters, explicó este fenómeno que genera la selección paraguaya de Alfaro desde un punto de vista psicológico. “Desde la psicología deportiva, esto se conoce como reestructuración cognitiva, y la figura del entrenador es clave, ya que logró cambiar patrones de pensamiento limitantes por otros más funcionales. El liderazgo del técnico influye profundamente en la forma de pensar, sentir y actuar del grupo. Cuando un entrenador transmite confianza, enfoque y disciplina emocional, comienza a generarse una transformación colectiva”.
Además, esa influencia positiva del técnico y los cambios que el mismo generó, fortaleció el sentido de pertenencia, la cohesión del grupo y la actitud competitiva. “En deportes colectivos como el fútbol, esa fuerza mental compartida es decisiva. Por eso, la preparación mental no solo impacta en lo individual, sino en la salud psicológica del equipo en su conjunto, y los resultados son evidencia de ese trabajo bien hecho.”
“El liderazgo del técnico influye profundamente en la forma de pensar, sentir y actuar del grupo. Cuando un entrenador transmite confianza, enfoque y disciplina emocional, comienza a generarse una transformación colectiva”
La importancia de entender y estudia la psicología
Gustavo Alrafo, en varias oportunidades reconoció la importancia de la fortaleza mental en el fútbol. De hecho, en su equipo de trabajo tiene a un psicólogo deportivo experto en manejar egos y crear fortaleza mental en grupos. Su nombre es Iván Tcherkaski, con amplio recorrido en disciplinas como el tenis, golf y fútbol.
Por ello, Petters valoró todo el conocimiento que Alfaro tiene sobre la psicología deportiva y su impacto. “Cuando un entrenador tiene formación o sensibilidad en psicología, su capacidad para liderar grupos se potencia notablemente. En el caso del profesor Alfaro, su experiencia y enfoque permiten no solo guiar desde lo táctico, sino también desde lo emocional y mental.”
Agregó que, un técnico con esta mirada sabe identificar a los líderes dentro del equipo y trabajar de manera estratégica con cada uno.
El impacto albirrojo en el pueblo paraguayo
La entrevistada, por otro lado añadió que la algarabía que estamos viendo actualmente con la selección paraguaya, tiene una base psicológica clara. “Cuando un equipo nacional tiene buenos resultados, se activa un sentimiento de identidad, pertenencia y esperanza que impacta directamente en el estado de ánimo de la sociedad”.
En momentos positivos como éste, se genera un aumento de las llamadas “hormonas de la felicidad”, como la oxitocina y la dopamina. “Es una respuesta fisiológica al bienestar emocional colectivo. Por eso, muchas veces se dice que el público es ‘el jugador número 12’: su energía, motivación y presencia influyen, y también se ven influidos por el desempeño del equipo.”
Finalmente, dejó un pensamiento que seguramente compartimos todos los paraguayos: “La esperanza que hoy sentimos es, en gran parte, el reflejo de un proceso que no es solo deportivo, sino emocional y social.”