“Se escucharon las bombas. Hasta ahora no se reportan víctimas humanas, solo materiales”, indicó Rubín, ofreciendo un vistazo a la rutina de los ciudadanos israelíes en medio de la tensión bélica.
Rubín señaló que, aunque el escenario es alarmante, los israelíes están preparados para estos eventos debido a su experiencia en conflictos previos. Desde 1998, una ordenanza exige que cada casa cuente con un refugio antibombas, lo cual es clave durante situaciones como la que se vive actualmente. “Apenas sonaron las alarmas, minutos después sentimos el temblor y escuchamos las bombas”, relató el embajador, quien además señaló que a pesar de que una casa sufrió un impacto directo, hasta el momento no se registran pérdidas humanas.
Tecnología y preparación: claves para la seguridad
El embajador también comentó cómo las tecnologías modernas juegan un papel esencial en la seguridad del país. Mediante aplicaciones móviles, los ciudadanos reciben reportes en tiempo real sobre las amenazas y las instrucciones a seguir. Estas alertas brindan a los israelíes un margen de apenas dos minutos y medio para ingresar a los refugios. “Es una rutina ver dónde hay un refugio cuando sales a algún lugar”, añadió Rubín.
“Mediante una aplicación nos avisaban que teníamos que estar cerca de los refugios”
Evacuaciones y medidas de emergencia
El martes por la noche, las autoridades israelíes ordenaron a los residentes de Jerusalén que permanecieran en sus hogares ante la inminencia de un ataque con misiles. Según el portavoz del Ejército israelí, Daniel Hagari, el sistema de defensa aérea del país está completamente operativo y se ha detectado e interceptado varias amenazas. No obstante, Hagari advirtió que “la defensa no es hermética”.
Las sirenas antiaéreas sonaron en Tel Aviv y Jerusalén mientras explosiones sacudían diversas zonas del Estado judío, extendiendo el temor entre la población civil. La situación de emergencia también fue transmitida a través de los teléfonos móviles y la televisión nacional.
El origen del ataque
Este ataque iraní vino en respuesta a una ofensiva israelí en el sur de Líbano, cuyo objetivo es desmantelar las capacidades de la milicia chiita Hezbolá, aliada de Teherán. La tensión en la región escaló considerablemente en los últimos días, poniendo en vilo a la población israelí que, pese a los peligros, sigue tratando de llevar una vida lo más normal posible.
En palabras del embajador Rubín, la resiliencia del pueblo israelí es notable. “El israelí es muy resiliente y trata de tener una vida normal”, expresó, reflejando el espíritu con el que el país enfrenta la adversidad.