¿Es la muerte el fin?
Decidí hablar de un tema del que muchos no quieren saber, pero que a la larga todos deberemos enfrentar: la muerte. Lo hablamos en ronda de amigos pero es como la política o el fútbol, todos tenemos razón… y nadie la tiene.
Decidí hablar de un tema del que muchos no quieren saber, pero que a la larga todos deberemos enfrentar: la muerte. Lo hablamos en ronda de amigos pero es como la política o el fútbol, todos tenemos razón… y nadie la tiene.
El viernes 8 de octubre, más o menos a las cuatro de la mañana, Lourdes Ayala, mi amiga del alma de esas que hay pocas, tuvo un grave accidente de tránsito. En un momento sentí un gran vacío. Su cuadro era grave. Mi primera reacción fue impotencia. Luego rabia. No podía irse así. Había cosas que no le había dicho y la vida estaba a punto de arrebatármela. Entonces hice lo que hago siempre que estoy mal, me puse a escribir.
En 1954, Naciones Unidas recomendaba que se instituyera en todos los países un Día Universal del Niño y sugería a los gobiernos que celebraran dicho Día en la fecha que cada uno de ellos lo estimara conveniente.
Para muchos un sueño, para otros una meta. Para unos pocos, el premio al trabajo planificado dentro de una estrategia metódica centrada en el objetivo.
Paul es un pulpo; para muchos infalible, como todo caballero inglés. Pero no es cualquier pulpo, hoy Paul es quizá más famoso que Brad Pitt o que el mismísimo Lionel Messi.
“La fe mueve montañas”, es una frase que he escuchado mucho en el transcurso de mi vida. Pero la dimensión de esas palabras aún no me queda del todo clara.
Paraguay sufrió hace poco una huelga que para Juan Pueblo paso de ser impopular a peligrosa.
Hace frío, el termómetro marca 12 grados, pero la sensación térmica es aún más baja. Estoy finalizando mi jornada laboral, pienso en el frío que hace afuera y me dan ganas de que el día no termine. Cuando se haya ido lo poco que queda de sol hará aún más frío.
Estoy decepcionado. Los casos de pederastia y los abusos dentro de la Iglesia dejaron mi fe tambaleante. Muchos dirán: a la Iglesia la manejan los hombres, seres de carne, hueso y debilidades. Yo agregaría: muchos de ellos… enfermos.
Vivimos al día. No se si a vos, pero a mi no me da el tiempo sino para pensar en mañana. Vivimos pendientes de lo estrictamente necesario, y generalmente…son problemas.
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