Indígena con precio…
Katy tiene sólo 14 años. Es indígena, de la parcialidad mby`a Guaraní. Desde hace tres años se “convirtió” en mujer, sin pasar por las diversas etapas de la vida, y sin experimentar el amor verdadero de un hombre.
Katy tiene sólo 14 años. Es indígena, de la parcialidad mby`a Guaraní. Desde hace tres años se “convirtió” en mujer, sin pasar por las diversas etapas de la vida, y sin experimentar el amor verdadero de un hombre.
El Partido Colorado se volvió a quedar con la intendencia y la mayoría de los asientos de la concejalía de la capital, porque la concertación PLRA, Frente Guazú y Patria Querida, no supo medir el tiempo que le quedaba para conquistar al electorado.
Internet, a través de los portales periodísticos digitales, sacará de circulación a los diarios en formato papel. Este hecho, como una avalancha mundial, sucederá –antes– en países del primer mundo hasta –finalmente– alcanzar a naciones pobres como Paraguay. Como sea, pero llegará.
En una de mis coberturas “callejeras” para Canal 13 y Radio Cardinal AM, en la mañana del miércoles, conocí la dolorosa historia de Don Plutarco Ayala, padre y abuelo, de 58 años de edad, residente en la chacarita. Este compatriota, hoy en la indigencia, fue un gran jugador de fútbol en la década de los 70 e hijo de una estrella deportiva.
Con la excusa de una “contribución” a los gastos religiosos generales, en pocos días más los fieles católicos británicos que deseen presenciar algunos eventos masivos durante la visita del Papa Benedicto XVI al Reino Unido, deberán pagar sus boletos de ingreso.
En nuestro país las personas adultas mayores no tienen garantía de encontrar un empleo, tanto en el sector público como en el privado, una vez que perdieron un trabajo o quieran ingresar a la formalidad laboral.
Adelfried y su pareja vinieron de Alemania para pasar unos días en Paraguay. Con un amigo argentino, radicado en este país, en un improvisado paseo en auto por las avenidas de la capital, fueron asaltados a plena luz del día, en un semáforo, al momento de ponerse en rojo.
Las últimas lluvias dejaron en evidencia que nuestras calles no están preparadas para soportar un temporal y que, para peor, son casi mortales. No quiero ni imaginar si tuviéramos huracanes qué pasaría.
El título de este artículo no es un invento ni antojo mío hecho público, buscando alguna pareja ocasional para complacer ese apetito carnal. No. Es uno de los miles de mensajes que he hallado en los últimos años en los diferentes baños públicos de Asunción, en los que, por la “urgencia” del momento, he visitado, fundamentalmente durante mis coberturas periodísticas.
Por la manera en que se protesta en nuestro país, hay cuatro clases de manifestantes: los tradicionales, los extremistas, los pacíficos y los creativos.
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