Santa Cruz sumó su tercer tanto frente al Real Madrid, pero esta vez de nada sirvió.Foto: EFE.

Lo que al cuarto de hora parecía que volvería a presentársele complicado a los de Mourinho, acabó siendo una verdadera fiesta -de consuelo, porque la consagración del Barcelona es inminente- en el Santiago Bernabéu.

Es que Roque Santa Cruz, el delantero paraguayo que en la primera rueda había hecho dos de los tres goles con los que el Málaga venció al Real Madrid (3-2) y amargó el partido 400 de Mourinho como entrenador de Primera División, se anotaba nuevamente con un tanto.

Era, a los 15 minutos de juego, el empate parcial de un partido que había abierto Albiol a apenas tres minutos de haberse iniciado. Todos comenzaban a hablar de una complicación de Pellegrini y su equipo a los merengues.

Sin embargo fue apenas una ráfaga de susto, incluido el penal que a los 22’ Caballero le paró a Cristiano Ronaldo tras la expulsión de Sánchez. Cuatro minutos más tarde comenzó la fiesta, encabezada por el propio CR7, quien se tomó revancha convirtiendo de tiro libre indirecto.

A los 34’ llegó el tanto de Ozil y, aunque Antunes descontó dos minutos después, la goleada merengue la completaron Benzema (46’), Modric (63’) y Di María (91’). A esas alturas el Málaga ya solo soportaba, pues a los 73’ había sido expulsado Demichelis.

Con este resultado el Real Madrid llegó a 80 puntos, ocho menos que el puntero Barcelona, mientras que el Málaga de Santa Cruz quedó con 53 unidades en la sexta posición. De vencer este domingo al Atlético, Messi y compañía serán campeones de la Liga a falta de tres fechas para el final.